Comentario Pastoral
TENER TALENTO


Dios nos hace el don inmerecido, gratuito, casi inconcebible, de cinco, dos y un talento; a cada cual según su capacidad. Normalmente la admiración humana se basa en los dones que ha recibido una persona. Pero Dios, el único que sabe lo que nos ha repartido, presta toda la atención a lo que se ha obtenido con los talentos que nos dió antes. No valen disculpas por haber recibido poco. Por eso es dificil de justificar la actitud del siervo perezoso, ingrato y enfadado, que teme perder su único talento, que no es suyo porque han de reclamárselo. El que entierra su talento, entierra su capacidad de amar, esperar y hacer.

Es muy importante saber que todo don recibido es una deuda a pagar. Temamos poseer cuando no somos capaces de hacer y devolver. Nunca hay que olvidar que no basta devolver lo mismo, pues es una ingratitud hacia el dador. La pasividad negligente provoca el despojo de lo que se posee. Es preciso vencer constantemente la tentación de la falsa seguridad que termina en inmovilismo.

El patrón de la parábola deja a sus empleados un amplio espacio de autonomía y de maniobra, para que cada uno trafique el capital recibido según su propio estilo. Se puede reaccionar con sabio esfuerzo personal que termina en ganancia, o abandonarse como un parásito buscando la simple sobrevivencia y la tranquilidad inerte.

La interpretación de la parábola de los talentos no puede reducirse a subrayar únicamente el deber de fructificar con los dones recibidos, Su sentido general está especificado en el premio y en el castigo final, que trascienden los límites del ajuste de cuentas. Más que el simple empeño por desarrollar bien las propias dotes, la parábola subraya la importancia de la aceptación, eficaz y activa, don de la salvación, para que crezca en bien de todos.

El empleado negligente y holgazán, el del único talento, puede recordamos a todos el peligro del temor, que transforma la religión en un cumplir y conservar los mínimos legales requeridos. Esta actitud dificulta la entrada en el banquete del Señor.

Andrés Pardo


Para orar con la liturgia
Te rogamos, Señor, que se manifiesten con toda su fuerza y perseveren hasta el fin en nuestra Iglesia de Madrid la integridad de la fe, la santidad de las costumbres, la caridad fraterna y la religión auténtica, y, ya que no dejas de alimentar a tu pueblo con tu palabra y con el Cuerpo de tu Hijo, no ceses tampoco de conducirlo bajo tu protección.

Oración por la Iglesia local


Palabra de Dios:

Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

Sal 127, 1-2. 3. 4-5

san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

san Mateo 25, 14-30

Comprender la Palabra

También la Parábola de los Talentos, que escuchamos este Domingo en la Lectura del Evangelio, como la Parábola de las Doncellas (Domingo pasado), depende del momento culminante del Discurso Escatológico, que precede a ambas Parábolas: la Manifestación Gloriosa del Señor, como Juez inexorable. La severidad del Juicio del Señor no es incompatible con su infinita Misericordia.
En una y otra Parábolas, el Esposo, en la Primera, el Dueño y Señor de los criados, en la Segunda, se presentan sin previo. aviso y su venida es para un juicio: Las cinco doncellas, que entran con el Esposo en la Sala del Banquete y las otras cinco, que se encuentran con la puerta cerrada en la primera Parábola ; y los dos Criados, que son elogiados, recompensados, y pasan al Banquete de su Señor, y el criado, que enterró el talento, a quien el Señor «arroja fuera a las tinieblas» en la Parábola, que hoy escuchamos .
Los dos primeros criados son elogiados como ”fieles y cumplidores». También esta Parábola como la de las diez Doncellas es una llamada a la vigilancia, a la vigilancia activa (negociar con los talentos), siendo fieles cumplidores en la tarea encomendada. Cada cual deberá cumplir la tarea encomendada, que sólo él deberá hacer y que nadie podrá hacer por él. La vocación de Dios a cada cual personal e intransferible.
El esmerado cumplimiento de los dos Criados fieles, diligentes, evoca la laboriosidad de la Mujer anónima, ensalzada en el Poema, con que concluye el Libro de los Proverbios (1ª Lectura): «Trae ganancias y no pérdidas (a su marido) todos los días de su vida». Por eso concluye el Poema, invitando a todos: «Celebradla por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza».



Avelino Cayón


sugerencias litúrgicas

Memoria


“Si los cristianos celebran la Eucaristía desde los orígenes, y de forma que, en su sustancia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de liturgias, sucede porque sabemos que estamos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: ‘haced esto en memoria mía’ (I Co 11,24 25)» (CIC, 1356).
La Eucaristía es, en sentido específico, ”memorial» de la muerte y resurrección del Señor. Celebrando la Eucaristía, la Iglesia hace memoria de Cristo, de lo que ha hecho y dicho, de su encarnación, muerte, resurrección, ascensión al cielo. En Él hace memoria de la entera historia de la salvación, prefigurada en la antigua alianza.

Hace memoria de aquello que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo ha hecho y hace por la humanidad entera, de la creación a la «recreación » en Cristo, en la espera de su retorno al fin de los tiempos para recapitular en sí todas las cosas.


Sugerencias y propuestas, n. 23

celebrar mejor


Jornada de la Iglesia Diocesana

Tradicionalmente desde algunos años se celebra en España el penúltimo domingo del año litúrgico la llamada «Jornada Diocesana». La Iglesia de Jesucristo es única y universal, la misma en todo el mundo, pero está formada por un conjunto de Iglesias locales, como la nuestra, llamadas diócesis u obispados, presididas por el obispo propio, en unión con los demás miembros del Colegio Episcopal y con la cabeza de este Colegio, el papa. La «Iglesia somos todos», y todos somos corresponsables en ella. La Iglesia debe vivir en este mundo, como peregrina a través de la historia, y esta corresponsabilidad se extiende también al acopio de los medios temporales para que la Iglesia pueda vivir, peregrinar y ejercer su misión, encarnada en este mundo.
En todas las diócesis está en marcha el plan de financiación para llegar a la

autofinanciación. «Los fieles tienen el deber de ayudar en sus necesidades a la Iglesia, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras apostólicas y de caridad y el conveniente sustento de los ministros». La financiación significa que a través de los fieles se obtengan, con independencia de posibles subvenciones del Estado, los fondos necesarios para el funcionamienlo de la Iglesia. Esta debe cumplir su misión con plena libertad ante los poderes sociales, económicos y políticos. Se quiere que los cristianos, a través de la financiación, conozcan y hagan suyo el problema económico de la Iglesia, creando, al mismo tiempo, un clima de solidaridad que favorezca el sentido de Iglesia como Pueblo de Dios.


J. L. O.

Para la Semana

Lunes 3:

1 Macabeos 1,10 15.41 43.54 57,62 64. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.

Lucas 18,35 43. ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez.


Martes 3:
San Alberto Magno (1206 1260), obispo, doctor, dominico, gran maestro en la enseñanza, trabajó constantemente en favor de la paz entre los pueblos y ciudades,

2Macabcos 6,18 31. Legaré un noble ejemplo para que aprendan a arrastrar voluntariamente la muerte por amor a nuestra ley,

Lucas 19,1 10, El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.

Miércoles 3:
Santa Margarita de Escocia (1046-1096), ejemplo admirable de madre de ocho hijos y reina. O Santa Gertrudis (1256 1301), dominó

la filosofía y la literatura, entregada a la contemplación.


2 Macabeos 7,1.20 31. El creador del universo os devolverá el aliento y la vida.

Lucas 19,11 28. ¿Por que no pusiste mi dinero en el banco?

Jueves 3:
Santa Isabel de Hungria (1207 1231), después de la muerte de su esposo vivió pobremente y fundó un hospital.



Hechos 28,11 16.30 31. Llegamos a Roma,

Mateo 14,22 23. Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.

Viernes 3:
Dedicación de las basílicas de los apóstoles San Pedro y San Pablo. De gran tradición (s. XII).

1 Macabeos 4,36 37.52 59. Celebraron la consagraci6n del altar ofreciendo holocaustos.

Lucas 19,45 48. Habéis convertido la casa de Dios en una cueva de bandidos.

Sábado 3:

1Macabeos 6,1 13, Por el daño que hice en Jerusalén muero de tristeza.

Lucas 20,27 40. No es Dios de muertos, sino de vi¬vos.