“… Y LO QUE SIGUE”

2Cor 3,15 – 4,1. 3-6; Sal 84; Mt 5, 20-26 «Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego.» Cuando éramos niños, a mis hermanos y a mí se nos infundió un sano temor al insulto....