Una vez más, a este paso van a conseguir que deje de fumar o empiece a robar estancos. Además uno de los que más han subido es el Ducados, que es el que fumamos los españoles gorditos, bajitos y de más de cuarenta (lo del bigote es optativo). Será que los españoles de siempre tendremos que sacar a este país de la crisis, si es que tiene salida alguna. Está claro que por esto no vamos a organizar movilizaciones,, concentraciones ni huelgas de ceniza caída. Nos aguantaremos y creo que en mi caso dejaré de fumar. Nadie va a protestarle a la estanquera sobre lo caro que vende el tabaco, lo suben por ley y así se queda. Quienes queramos fumar tendremos que pagarlo. Será injusto, pero es sobre algo prescindible (aunque no os imagináis lo mal que lo paso cada vez que intento dejarlo). Pero no todas las leyes se refieren al tabaco, la forma de las tejas de las cubiertas o los límites de velocidad. Hay leyes que afectan a cuestiones fundamentales y por lo tanto su injusticia debe ser denunciable.

“No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio. De este Evangelio me han nombrado heraldo, apóstol y maestro, y ésta es la razón de mi penosa situación presente; pero no me siento derrotado, pues sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.” Impresionante el testimonio de San Pablo. “Duros trabajos”. “Penosa situación presente”…. “pero no me siento derrotado”.

Parece que se va fraguando una ley de libertad religiosa nueva en España. Ley que nadie ha pedido y que no se reclama socialmente, pero que se va fraguando poco a poco. Ya se ha retirado el saludo militar a Cristo en la Eucaristía, los funerales de estado y, pasito a pasito, irán surgiendo más cosas. Es decir, que nos van a subir el precio de ser católicos. Y subirá más para los bajitos, gorditos y tal vez con bigote, es decir, a aquellos que tienen una fe sencilla, heredada de padres y abuelos, que sacan la Iglesia adelante con sus oraciones, sus silencios y su caridad cercana. Personas sin grandes teologías ni rimbombantes palabras, con vidas pequeñas, ocultas, escondidas. Que rezan por el Papa y por sus gobernantes y que verán cómo va desapareciendo de su vista todo aquello que les recordaba a Jesucristo. Y a sus hijos y a sus nietos les faltará ese retablo viviente que es la vida pública de los cristianos. ¿Si lo quitan será porque es malo? Por lo menos ya se va sembrando la sospecha. Podemos quedarnos callados, dejar que sólo los que puedan pagar el precio vivan como cristianos o lanzarnos a vivir. “¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: «Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob»? No es Dios de muertos, sino de vivos.” Lanzarnos a vivir nuestra fe sin vergüenza, sin sentirnos acobardados o acomplejados. A quien le moleste que yo rece el rosario dando vueltas a mi parroquia por la calle, que me denuncie. La madre que pierda a su hijo en alguna acción de paz a tiros que pida un funeral católico en el cuartel. En el trabajo poner la estampa del Cristo de mi pueblo y de la patrona de mi diócesis. Al salir de casa santiguarse e igual al pasar frente a una iglesia. Llenar los domingos los templos, pasar muchas veces (y si el párroco no quiere abrir, que abra) a hacer la visita al Santísimo, reavivar el fervor en las procesiones, revitalizar la catequesis,…. no sé, a cada uno se le ocurrirán mil cosas.

No tengamos miedo de ser católicos. No es cosa de carcas o de progres, es cosa de hijos de Dios, “sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.”

La Virgen nos dará mil ideas para vivir, no ser cristianos muertos de estantería de estanco, sino vivos y actuantes. En 2011 vendrá el Papa, (y antes a Barcelona y Santiago). ¿No pensarás verlo por la tele?