Ya sólo quedan nueve meses para Navidad, un suspiro. En mi parroquia no tendremos un templo en condiciones, pero embarazadas las tenemos casi todas. Espero que unas cuantas vayan esta tarde a la Colegiata de san Isidro (a las 19:00) para recibir la bendición del Cardenal. Es una alegría ver a tanta madre, aunque ocupen más espacio. Los médicos cada vez afinan más: está de 43 días, parirá entro de 14, el parto será el día 18 a las 11:45. Luego acierten o lo provoquen da igual, lo importante es la alegría de una nueva vida. Y la fiesta de hoy, la anunciación, el día de la Encarnación, es una alegría para toda la Iglesia, mejor dicho, para toda la humanidad. A pesar de estar en viernes de cuaresma estamos de fiesta… y con muchas razones.

“Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros.” ¿No es motivo de alegría que Dios esté con nosotros? Los que se empeñan en ver a un Dios lejano, incluso ausente, saben hoy que Dios está con nosotros. Con el que sufre, con el que llora, con el que ríe, con el que está marginado o está encumbrado, con todos y cada uno de nosotros. Algunos piensan que Dios los ha olvidado… y está con nosotros. ¿No es razón suficiente para estar de fiesta?

“Todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.” Todos, es todos. No algunos, no los perfectos, no los listos. Cualquiera puede ser santo si deja que la entrega de Cristo entre en él. En cualquier profesión honrada, en cualquier situación económica, en cualquier estructura humana que no degrade al hombre, puede ser santo pues para eso nace Cristo.¿No es razón suficiente para estar de fiesta?

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

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He puesto esos guiones pues retomo el comentario diez horas después. Entre medias ha venido una madre de un niño de catequesis que se confesó por primera ve el jueves pasado y hacía la comunión el 14 de Mayo para comunicarme que su hijo había fallecido, así que hemos estado en el Tanatorio, la Misa de cuerpo presente y el entierro. os pido una oración por esta familia. ¿Se nos acabaron los motivos de alegría? En absoluto. El Señor está con nosotros, y que el Hijo de Dios se encarnase en las entrañas de María y se hiciese niño hace que Rubén (el niño), participase realmente de la vida divina. No sólo es una vida que va y que viene. Esa vida estaba en manos de Dios, pues Dios se ha hecho para que el hombre se divinizase. Luego esa vida es de Dios y no deja que ninguno de los suyos se pierda. El dolor es inmenso, pero se trasformará en alegría.

Y otro motivo de alegría:«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra.» El Señor hace si le dejamos, y hace muy bien En cuaresma no debemos olvidarnos que no se trata de hacer muchas cosas, sino dejar que Dios haga muchas cosas en nosotros, quitando lo que estorba. Hay que quitar lo que no nos deja decir “Hágase”, sino que decimos “Inténtalo”. ten la seguridad que si dejamos al Espíritu Santo hacer veremos maravillas.

Que celebremos esta fiesta con alegría (la alegría no es risas, ni comodidad, ni ausencia de obstáculos), pues de la mano de María ha venido la salvación. Y rezar por Raul y Adela, los padres de Rubén. En nueve meses será navidad, que en ellos nazca también la esperanza.