Hoy muchas personas han comenzado sus vacaciones (yo ya las he terminado, una gracia de Dios, no tengo qué pensar qué hacer el resto del verano, sólo estar en la parroquia). Muchas personas van a sitios conocidos, que repiten año tras año. Otros se dirigen a sitios nuevos y para eso ningún invento mejor que el navegador, el TomTom o la marca que sea. Uno pone la localidad, la dirección y “voila” te va indicando como llegar hasta la puerta (excepto el mío, que te dice dónde estás una vez que has llegado al sitio, el resto del camino está completamente perdido). Sin duda alguna es un invento muy útil, la única pega es que ya no nos fijamos en el camino y muchas veces para ir dos veces a un sitio tenemos que usar dos veces el navegador para llegar, antes te lo aprendías de memoria. Llegar a un sitio es útil, pero es también necesario conocer el camino.

Mientras iban de camino, le dijo uno:

– «Te seguiré adonde vayas.»

Jesús le respondió:

– «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»

A otro le dijo:

– «Sígueme.»

Él respondió:

– «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»

Le contestó:

– «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios. »

Otro le dijo:

– «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»

Jesús le contestó:

  • «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»

Para seguir a Cristo es necesario saber dónde tenemos que llegar y conocer el camino. Para cada uno Dios tiene reservado un camino y no hay atajos. Y para ponerse a caminar primero hay que saber a dónde vamos. Hay personas que se pasan la vida dando vueltas en torno a sí mismos, como el perro antes de acostarse da unas vueltas sobre sí mismo. Puede ser que hayamos conocido a Cristo desde nuestra infancia (sin duda lo mejor), y le digamos «Te seguiré adonde vayas.» O que el Señor nos llame y nos diga: «Sígueme.» Y queramos estar donde está Cristo y entonces: “Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado”. Y nos ponemos a caminar, fijos los ojos en Cristo, nuestra meta. Sin distracciones. No se puede ir de Madrid a Burgos queriendo parar a darse un baño en la playa, no se pasa por la costa, deberíamos desviar el camino. Cada cristiano, mayor, niño o anciano debería decidirse por Cristo. Hay en la historia niños que han sido santos, porque se decidieron por Cristo, no por ser buenos. Y fijos los ojos en la meta nos ponemos a caminar, “manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.” Lo decía el Papa, quien no reza a Dios acaba rezando al diablo: “vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor.

Porque toda la Ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo.»

Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente.

Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais.

En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley”.

Puestos en camino no es posible estar añorando el pasado como el pueblo de Israel las cebollas de Egipto: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.» Ni podemos empezar a caminar cuando todos nuestros problemas estén solucionados y nos veamos con fuerzas: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios. » El Espíritu Santo nos irá guiando y nuestro camino de fe se convertirá en camino de caridad, uno irá conociendo perfectamente el destino y la ruta y “todo lo estimaremos basura” si nos distrae de nuestro camino, ya no nos buscaremos a nosotros sino a Cristo.

El trato intenso con la Virgen en estos días de vacaciones nos ayudará a decidirnos a ponernos en marcha escuchando al Espíritu Santo y llegaremos a la meta con todos aquellos a los que el Señor quiere que llevemos.

Muchas gracias a la familia que me envío la película sobre San Felipe Neri, “Sed buenos si podéis”, en algunos ratillos estoy poniendo la imagen en buena calidad y el sonido en castellano…¡a ver qué sale!. Como lleva tiempo os encomiendo más. Gracias.