¿QUIĖN ES ESTE?
¿Qué que tal en Lourdes? Pues ni idea escribo ayer y no sė si podré
irme pues estoy en la puerta de un hospital donde se va a quedar ingresado mi padre. En un par de horas lo decidiré. Parece que hay días en que todo se complica,u años te dicen que hagas una cosa, otros que otra, el cuerpo te pide algo y el espíritu lo contrario. justificaciones siempre hay, estos serían mis dos días y medio de vacaciones de este año, que tampoco es demasiado pedir. Pero también está el cuarto mandamiento y no voy a saltármelo. Así qué haré lo que los médicos me digan y a rezar. Cuando las cosas se complican es malo, pero cuando las complicamos nosotros es peor. Cuando las cosas se complican basta con mantener la calma y pedirle a Dios que nos ayude a descubrir qué es lo más importante y luego ir una cosa detrás de otra desliando la madeja. Cuando las complicamos nosotros queremos hacer ver que el caos es el orden y acabamos liándolo más.

Herodes se decía:

-«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»

Héroes no tenía ganas de conocer a Jesús por Jesús, sino que quería tranquilizar su conciencia de su borrachera – de poder y física-, en la que mandó decapitar a Juan el Bautista. Cuando buscamos conocer más a Jesús es bueno ir depurando los motivos. A veces nos queremos acercar a Jesús para tranquilizar nuestra conciencia, para que las cosas nos vayan bien o para que nos eche una mano. Pero Dios no viene a tranquilizar nuestra conciencia, ni a darnos paz espiritual ni a unirnos en la inmensidad del todo cósmico amorfo. Dios se encarna para dar sentido a toda nuestra vida, no a una parte de nuestra vida. Ahora que estoy en la puerta de un hospital podríamos decir que la fe es invasiva, no puede quedarse encapsulada en una parcelita de nuestra vida. Quien busque a Cristo sólo para tranquilizar su conciencia o para encontrar la felicidad ya puede ir ampliando horizontes. Cuando conoces a Cristo y le sigues estarás con Él en los momentos buenos y malos, en las complicaciones y en la calma. Jesús no se encarna para responder una pregunta, sino para revelarnos el misterio del hombre. Y cuando uno ve la foto del rompecabezas empieza a poner cada pieza en su sitio, todo encaja y sólo puede surgir la alabanza.
Doce horas después de empezar a escribir este comentario lo termino mirando desde la ventana el monasterio de Lourdes. Antes de ir a dormir hemos pasado por la gruta ( cientos de italianos y el Santísimo expuesto), y tras dejar mis peticiones al puede la Virgen le he pedido que me ayude a descubrir cada día mejor quién ese esté mi Salvador.