Hoy están mal las lecturas en el buscador dela página web, lo siento. El Evangelio de hoy es el Benedictus que Zacarías exclama lleno del Espíritu Santo. En ocasiones las bases de datos fallan, sobre todo si hay Misa de la mañana, de la tarde y de la noche en el mismo día. Los que no podemos fallar somos nosotros y pasársenos que esta noche es Nochebuena. Un conocido religioso que trabaja con los más necesitados de la sociedad ha dicho que esta noche es “nochemala” para muchos. Bonito juego de palabras pero totalmente falaz. Eso sería cierto si lo importante fuese la comida y la bebida. Hoy es Nochebuena porque “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de los alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.” En Navidad se comparte porque se quiere que todos celebren con dignidad esta fiesta, pero Cristo viene para los indignos, y nos recubre de dignidad. La buena noticia de Jesucristo no depende de si soy rico o pobre, si me drogo o me perfumo, si estoy con una familia numerosa o vivo solo, si estoy sano o enfermo o moribundo. Esta tarde iré al hospital que atendemos y les dejaré un ejemplar de los Evangelios del 2016 a cada uno. También a ellos les llega la buena noticia y por eso es una noche buena, buenísima.

“Ve y habla a mi siervo David: Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una casa para morada mía?” Podría decirnos hoy el Señor: “¿Tú me vas a decir cómo es la Navidad? ¿es la Navidad luces, música, comida y bebida, calor y villancicos?” Mira el Belén que hayas montado en tu casa (sin el Niño Dios, que no nace hasta esta noche) y ahora imagínate hace dos mil quince años esa pequeña gruta, con las bestias atadas por su ronzal, las personas refugiándose del frío de la noche indiferentes a la mujer a punto de dar a luz. Los pastores maldiciendo su suerte y envidiando a los que tenían un lecho para acostarse. San José preocupado intentando que María no hiciera ningún esfuerzo para preparar ese cuchitril para el nacimiento de su Hijo. La Virgen preguntándose aún ¿cómo será eso?, que en ese lugar nazca el salvador. Un montón de indiferentes y otros que no se enteran de nada. Pues a pesar de todo eso esa noche era nochebuena y cambió el corazón de tantos a lo largo de la historia. Hoy en cualquier situación es noche buena pues ni la pobreza, ni la cárcel, ni la soledad, ni el frío, ni la muerte pueden impedir la llegada del Salvador, que ha visitado y redimido a su pueblo.

Noche buena, buena noche. Hagámosla así de la mano de María y a las 00:00 no dejes de ir a la Iglesia que nace el Niño Dios a arrancarte una sonrisa de ternura.