¡Qué sentido tan grande tiene el celebrar la Inmaculada en el Adviento! Esta fiesta contiene el anuncio anticipado de que Dios quiere salvar al hombre: «Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya».

Hay que remontarse a los orígenes para ver como realmente el adviento cuando empezó fue justo después de la caída de Adán y Eva. Justo después del primer pecado Dios inaugura un tiempo nuevo: el tiempo de la Esperanza. Hoy María nos recuerda el gran deseo que Dios tiene de salvarnos, la prisa por acudir en busca del hombre.

Normalmente, en adviento, nos fijamos en preparar nuestro camino hacía Jesús, el salvador; hoy en cambió conviene detener nuestros pasos para contemplar el adviento como el camino de Dios hacia nosotros. Al mirar a la Virgen nos asombra y llega de gozo la prisa con que Dios quiere salvarnos. María nos indica, por tanto, como es preciso prepararse cuidadosamente para recibir al que viene. Y ahora sí, entendemos como también nosotros tenemos que colaborar con Él, preparar el camino, disponernos para recibir sus gracias, para recibirle a Él.

Hay otra realidad que nos trae a la memoria la Inmaculada. Ella habla no sólo del futuro, de la venida a nosotros de Dios y la forma en que la debemos desear. La Inmaculada es icono de la oportunidad que Dios nos da de recuperar nuestro pasado. Muchas veces miramos hacia atrás y vemos nuestras miserias, los males y pecados que hicimos, el mal que sembramos y parece que no nos abandona. ¿Podemos recobrar la paz con nuestro origen?

La Inmaculada hoy nos dice que no está cerrado nuestro camino. Dios tiene poder para volver al principio. El hace brotar en María, la Inmaculada, la limpieza del manantial primero, del amor primero, del amor originario de Dios. La Virgen María se convierte en testimonio de la gran esperanza. Lo que María poseyó en plenitud, concebida sin pecado, es un signo para nosotros, que llevamos a cuestas nuestras muchas faltas: es posible reencontrar la inocencia. Quien descubre en Dios el origen primero de su vida, ha hallado un manantial muy profundo, con agua poderosas para purificar cada estrato de su historia accidentada.