Ayer Luisa Rod. desde Venezuela aseguraba que mandaba muchas bendiciones para los que hoy se bautizan y confirman en esta parroquia de España. Muchas gracias por vuestras oraciones. en esta parroquia hay muchos venezolanos y rezamos mucho por su país. Allí sí que saben de Mesías, de los que se creen Mesías o actúan como Mesías.

Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos». Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».

En el Evangelio de hoy no habla Jesús, pero se habla de lo que se habla de Jesús. Se ve que los enemigos de la Iglesia no han avanzado mucho en sus argumentos y, en seguida, acuden al insulto. «Estudia, ¡ignorante!» Se lo dicen a Nicodemo, al único que se atrevió, aunque de noche, a acudir a la fuente, a hablar con Jesús. Tal vez esa humillación le ayudó a ser valiente y reclamar el cuerpo de Jesús. No saben la fortaleza que sacamos cuando nos insultan y nos humillan, somos fuertes en la debilidad (¡y tan débiles cuando nos creemos fuertes!).

Desde el comienzo de la Iglesia se ha intentado acabar con ella: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que jamás se pronuncie su nombre» Pero es tarea inútil, no es nuestra causa, hemos confiado al Señor esta causa, es suya, y es difícil ir contra Dios. Lo seguirán intentando, nosotros paz. Lo malo es cuando ante la persecución o el insulto se cae en el miedo o en la indiferencia, en la tibieza o la tristeza. Sólo Dios salva. Tenlo muy presente…, y sólo Dios condena. Ninguna persecución de este mundo podrá apartarte del amor De Dios manifestado en Cristo Jesús. Luego…, ¡Paz!

Hoy ponemos en manos de la Virgen a toda la Iglesia perseguida, que ella sea su aliento y su alegría.