san Pablo a los Romanos 1, 1-7

¿Cómo se encontraría San Pablo al comenzar a escribir una carta a los romanos, con tan mala fama en aquel entonces? Da un poco de miedo.

Comenzar no es fácil, si no estás convencido que es Dios quien comienza y acaba. A los sacerdotes se nos dice en nuestra ordenación: “Dios que comenzó en ti esta obra buena, Él mismo la lleve a término” Es Dios quien lleva las cosas adelante.

Los hombres de Nínive o los siervos de Jerusalén se convirtieron, pero no por Jonás que era un cobarde, ni por Salomón que era un golfo, sino por la acción del Espíritu Santo. Cada comienzo es difícil, y tenemos un montón de comienzos en nuestra vida. Con dificultades, con problemas, con incredulidades…, pero lo importante es comenzar y seguir. no por nosotros sino por el Espíritu Santo.

Sea en Roma, sea a un verdadero incrédulo, sea a un ateo con carnet del partido… lo importante es comenzar. Quien no comienza no acaba. A Dios sólo hay que darle la mano para que arranque, y no será cosa tuya ni mía, sólo de Dios.

Vamos a pedirle a la Virgen que nonos de pereza comenzar,, sino que sea Él el que acabe, que es lo importante.