¡Qué pronto se desvirtúan las cosas con el tiempo! En cambio, qué importante es saber ir a la razón de ser de las cosas. Todo tiene un sentido y cuando las cosas lo pierden se convierten en un sinsentido.
Jesús, el Logos, es quien da sentido a todas las cosas. Este es el motivo del acto profético que Jesús realiza al entrar en el templo de Jerusalén. No estamos, sin más, ante un episodio de un enfado de Jesús. Estamos ante una de las acciones más mesiánicas de Jesús: hacer descubrir el sentido de todas las cosas.
La dinámica del culto en Israel había promovido unos vicios adquiridos. Las necesidades de los sacrificios precisaban animales, eso implica dinero, etc… Y al final, lo accesorio había copado el Templo… ¡Qué pronto se desvirtúan las cosas!
Jesús entra en el Templo y devuelve, con su acción, el sentido del Templo: Mi casa es casa de oración; pero vosotros la habéis convertido en una cueva de bandidos. Lo propio del Templo es la oración, porque lo propio del Templo es que sea un lugar para el encuentro con el Señor. Con esta acción Jesús purifica el culto y el Templo.
Esta misma reflexión nos la podemos hacer nosotros hoy. A veces nuestras prácticas de Piedad carecen de sentido porque hemos puesto el énfasis en lo accesorio y no en lo principal. ¿Cómo entramos en nuestros Templos? ¿Cómo hacemos la genuflexión ante el Sagrario? ¿Cómo nos santiguamos? En el fondo son preguntas que nos ayudan a buscar el sentido de las prácticas piadosas que tienen como finalidad el encuentro con el Señor.
Pero podemos dar un paso más. Nosotros también somos Templo de Dios. ¿Cómo es nuestra vida? ¿Qué hay en nuestro corazón? ¡Ojala sea un lugar de adoración!
Que la Virgen María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad haga de nosotros un Templo agradable para Dios y una continua adoración.
Este Evangelio siempre que lo leo y/o escucho me interpela en lo siguiente: en Chile y a lo mejor entros paises latinoamericanos o en el mundo, cuando hay celebraciones masivas, hay fuera de los templos, comercio, muchas veces de todo tipo. Indigna la actuacion de la gente y a veces de fieles que son seducidos por las actividades comerciales olvidandose de lo mas importante el Culto. Dude en escribir esto, me hizo pensar como actuan nuestros hermanos separados en la fe, los Testigos de Jehova, que enm sus asambleas anuales de 3 o 4 dias, no se observa este tipo de actividad comercial, y si se acercan a vender, Ellos no les compran nada. ¡ Ojala nosotros, los catolicos hicieramos lo mismo, no adquirir sus productos, que ya no son solo religiosos, hay una variedad de productos es un verdadero mercado donde se puede encontrar cualquier cosa. Hay que tener celo por las cosas espirituales, tendemos a perder el norte, ver lo mas importante, la Casa de Oracion. La culpa que exista este comercio muchas veces es nuestra, porque compramos sus productos. Nuestras autoridades religiosas al parecer hacen la vista gorda. Para que decir de nuestro cuerpo. Personalmente si voy a recibir a Jesus sacramentado, me confieso para tratar de recibirlo dignamente. Por ello como no agradecer su comentario, no solo de este dia tambien los de los otros y los que vendran. ¡ Que Dios los bendiga ¡