PRIMERA LECTURA
El reinado y el dominio serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo
Lectura de la profecía de Daniel 7, 15-27

Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro, y me turbaban las visiones de mi mente.

Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo aquello.

Él me contestó, explicándome la interpretación de la visión:

«Esas cuatro bestias gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán para siempre por los siglos de los siglos».

Yo quise saber lo que significaba la cuarta bestia, distinta de las demás, terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y pateaba las sobras con las pezuñas y qué significaban los diez cuernos de su cabeza, y el otro cuerno que le salía y eliminaba a otros tres; aquel cuerno que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que lus compañeros.

Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó.

Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo; se cumplió el tiempo y los santos tomaron posesión del reino.Palabra de Dios

Dn 3, 82. 83. 84. 85. 86. 87
R. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!

Hijos de los hombres, bendecid al Señor. R.

Bendiga Israel al Señor. R.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor. R.

Siervos del Señor, bendecid al Señor. R.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor. R.

Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Aleluya Lc 21, 36abd
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Estad despiertos en todo tiempo,
pidiendo manteneros en pie ante en Hijo del hombre. R

EVANGELIO
Estad despiertos, para que podáis escapar de todo lo que está por suceder
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

Palabra del Señor