Sábado 8-9-2018, Natividad de la Santísima Virgen María (Mt 1,1-16.18-23)

«Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo». ¡Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra Madre, la Virgen! Hoy es un día grande de fiesta. Recuerda cómo, cuando éramos pequeños, en el cumpleaños de nuestras madres la felicitábamos nada más despertarnos, la llenábamos de besos, le comprábamos (o arrancábamos) unas flores y le regalábamos un bonito dibujo echo con mucho más cariño que arte. Y todo ello tenía un valor infinito para ella, porque era nuestro regalo. Verdaderamente hace falta poco para complacer al corazón de una madre. No pierdas la oportunidad de felicitar a María en este día. Como nuestras madres, ella no quiere grandes y preciosos regalos para agasajarla. Sólo quiere un beso, una mirada, un piropo hecho con todo nuestro amor. Felicítala, si no lo has hecho ya. O vuelve a hacerlo, sin cansarte, en este día. Que todo es poco para tan gran Madre. Porque ella se merece todo eso y mucho más.

«María dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Siempre celebramos los días señalados de la gente importante para nosotros. Por ejemplo, el día del libro se celebra el 23 de abril porque en ese mismo día de 1616 fallecieron tanto Cervantes como Shakespeare. Y también celebramos con todo entusiasmo el cumpleaños de nuestros familiares y amigos queridos. Pues con mucha más razón tenemos que celebrar el día natalicio de aquella que dio a luz al salvador del mundo. Realmente, es un deber de gratitud hacia Dios. Hoy ha nacido la criatura más perfecta, elegida para la misión más elevada: ser la madre de Dios. Hoy recordamos que, a pesar de la infidelidad de toda la humanidad, Dios preparó un maravilloso plan de salvación y lo llevó a cabo. Esperó pacientemente muchos siglos (¡mira la interminable genealogía!) pero al final, tras una larga noche de oscuridad, llegó la aurora que anunciaba el día. Llegó María, que trajo a Cristo, luz verdadera que alumbra a todo hombre. ¿Cómo no celebrar año tras año este gran acontecimiento?

«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”». Celebrar a María es siempre acercarnos más a Jesús. Hay algunas imágenes de la Virgen en las que casi parece que nos está ofreciendo al niño para que lo cojamos. Vamos a pedírselo hoy a nuestra Madre. Madre nuestra, llévanos a Jesús. María, tráenos a Jesús. Tú lo acogiste en tus brazos, lo tomaste junto a tu corazón y lo durmiste en tu regazo. Tú lo llevanste nueve meses en tus entrañas. Nadie estuvo jamás más cerca de Él que tú, que nunca te separaste de tu Hijo. No le dejaste ni en Belén, ni en Nazaret, ni en la cruz, ni siquiera ahora en el cielo. Madre mía, madre de la Iglesia, nunca permitas que nos separemos de Él.