Génesis 1, 20-2, 4a; Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9; Marcos 7, 1-13

Madrid es una de las ciudades candidatas a sede de los juegos olímpicos 2012. Tal vez alguien no se haya enterado, pero viviendo en Madrid es casi imposible ignorarlo. Carteles, vallas anuncios,… hasta en el Metro suena la megafonía y, cuando piensas que van a anunciar el corte de alguna línea te avisan de que Madrid es candidata olímpica y repiten el lema: “Preparados para ti.” Estos días pasados los inspectores del Comité Olímpico han estado visitando las instalaciones, hablando de transportes, alojamientos, seguridad, (del aspecto gastronómico creo que tampoco se irían defraudados), etc. No valía el “aquí haremos…,” tenía que estar hecho, proyectado y aprobado. No se hacen unos juegos olímpicos con buenas intenciones.
“Y creó el hombre a su imagen; a imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.” Sigue Dios creando con su Palabra y remata su obra con la creación del hombre. Al igual que las ciudades que optan a ser sede olímpica, Dios no se queda en buenas intenciones, no creó “para probar” o “a ver qué sale.” El hombre, creado por Dios, puede decirle -como el lema del Madrid olímpico-, “estamos preparados para ti.” Lo resume San Agustín cuando dice: “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.”
“Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.” Piénsalo despacio. Dios te hizo para Él, y te dio todos los medios y facultades para alabarle, conocerle y amarle. A veces podemos sentirnos cansados, sin fuerzas, desanimados; pero entonces ten la certeza de que estás hecho para Dios. La fuerza del pecado ha sido vencida en la cruz y la puerta que el hombre había cerrado en su relación con Dios Él la ha vuelto a abrir y con muchísima fuerza.
Estos días podemos contemplar al Papa enfermo, en la cama del hospital, agotándose. Muchos comentan la necesidad de su “retiro.” Tal vez consideren que ya no puede ser un buen “líder,” un “buen gestor” o dé “mala imagen.” “El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos. Dejáis a un lado los mandamientos de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.” Cuando las personas pierden su sentido de ser para Dios se justifican con mil razones irracionales. Tal vez ver a el Santo Padre que mantiene joven su amor a Dios y, por Él, a los hombres sea un bofetón a sus “justificaciones.” Tal vez les recuerde en el fondo de su alma que “Estamos preparados para Dios,” para dar la vida por Él, para gastarnos por amor a Él.
Mañana comenzaremos la Cuaresma, tal vez también estés llenando el fondo de tu alma de razones y justificaciones, tal vez te acuerdes de tus anteriores fracasos, de tus propósitos incumplidos, de tu falta de conversión diaria. No te importe, ten espíritu olímpico y dile al Señor: Estamos preparados para ti. Mira al Papa y piensa que no eres demasiado viejo, ni demasiado débil, ni creas que no tienes solución. Haz el propósito de enamorarte un poco más y verás.
Santa María, Madre nuestra, no dejes que llene mi vida de razones cicateras y ramplonas, ayúdame a darme cuenta, como tú, que “sólo en Dios descansa mi alma.”