san Pablo a los Corintios 4, 7-15; Sal 115, 10-11. 15-16. 17-18 ; san Mateo 5, 27-32
No sé si el sábado podré escribir el comentario o tendré que pedirle a mi abogado que lo haga en mi lugar (nunca he tenido abogado, pero debe ser interesante). Tal como están las cosas en que la Iglesia es acusada de homófoba, machista, antidemocrática, anticonstitucional, opresora, anticuada, fascista y retrógrada, seguramente esta mañana me pongan una denuncia en un juzgado de guardia. Voy a tener la osadía -espero no ser el único-, de leer el Evangelio de hoy en voz alta. Tal vez podría leerlo para mis adentros o leerle a mis feligreses el proyecto de constitución europea para ver si entendemos a los franceses. Cualquier cosa mejor que decir en voz alta el Evangelio de hoy: al rato una denuncia y ¡todos a la cárcel!.
“Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer -excepto en caso de prostitución-, le induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.” ¡Qué barbaridad! ¿Cómo se puede decir eso en una sociedad de libertades, avanzada y moderna como la nuestra?. Del Evangelio hay que leer los trozos que podamos manipular, los que se refieren a la paz, al amor, a los lirios del campo y esas lindezas, pero estos versículos…, de ninguna manera. ¿Qué pensará el colectivo de casados con divorciados y divorciadas?. ¿No tenemos sensibilidad ni respeto?. ¿Qué manera de acoger es esta?. “Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltera con ella en su interior.” ¡Qué escándalo! Ya no hay ni libertad de pensamiento. A la parroquia en la que se lea hoy este Evangelio habría que echarle el cerrojazo y el cura a la trena. A ver cuándo conseguimos la Iglesia, a ejemplo y manera de la iglesia popular China, que sea dócil a las épocas y coma en la mano de los dignatarios del momento.
Gracias a Dios los que piensan como se expresa en el párrafo anterior no suelen ir a Misa y el Evangelio lo leen tanto como “El Quijote,” aunque nunca han pasado de lo de “Un lugar de la Mancha…”.
“Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.” No puede ser de otra manera. Ya siento molestar a los que no quieren saber estas cosas. Desde el principio la Iglesia (por supuesto Jesucristo y todos los que en el Antiguo Testamento han obedecido al Señor), no se ha entregado en brazos de nadie. Habrá habido cristianos y eclesiásticos de mayor o menor rango que, como frágiles “ vasijas de barro”, se hayan roto por las presiones o la seducción del poder o la riqueza, pero la Iglesia jamás. La doctrina de la Iglesia nunca ha gustado a los poderosos, sean del signo que sean. Pues la Iglesia predica la Verdad (duela a quien le duela), y la Verdad hace libres. Los mandatarios prefieren muchas veces una sociedad de enajenados mentales, de personas volubles y manipulables por el pan y el circo, el fútbol o el sexo. Una sociedad de personas libres pedirían a sus dirigentes que fueran realmente servidores y no usasen la política para su beneficio personal.
Por eso de la Iglesia cuando no molesta por su doctrina moral sexual, molesta por su doctrina social, o la familiar, o el sentido auténtico de la persona, o porque los Obispos vistan de morado …, ¿qué mas da?. Lo importante es que molesta y hay que intentar cargársela. Así llevamos dos mil años y ya “llueve sobre mojado.”
“Creí, por eso hablé.” No podemos callar pues “todo es para vuestro bien.” Si los que formamos la Iglesia callásemos, entonces gritarían las piedras. Estaríamos faltando al primer mandamiento que es la caridad, el amor a Dios y a los demás por Dios. ¿Te molesta el Evangelio de hoy pues vives en una situación irregular o vive así alguien muy cercano a ti? A mí también me “molestan” muchas cosas del Evangelio, pero cuando con la Gracia de Dios las vivo es cuando encuentro la felicidad. Una de las maravillas de la Iglesia es que todo tiene solución y nada es irreparable (aunque no sea la solución que nos guste).
“Ser echado entero en el Abismo.” El papa nos anima a hablar de lo positivo de la doctrina de la Iglesia. Aunque no lo parezca le estoy haciendo caso. ¿Qué puede haber en esta tierra que pudieras elegir para estar toda la eternidad alejado de Jesucristo, de la Virgen, del Amor?.
Santa Madre nuestra, ayúdanos a vivir según Dios, protege a todos los matrimonios, a los novios, a las familias. Ayúdanos a seguir siendo fieles al Evangelio, a todo el Evangelio.