Comentario Pastoral
ACOGER A TODOS SIEMPRE

En la finura de la escena descrita en el libro de los Reyes (P Lectura) resalta la delicadeza que la mujer de Sunem dispensa al profeta Elíseo, que en medio de su nomadismo encuentra una casa, en la que le han preparado una habitación pequeña con cama, mesa, silla y candil. De este modo el profeta puede retirarse y encontrar el ambiente silencioso para su reflexión y el descanso físico y psíquico para reemprender su camino misionero. i Que importante es saber acoger sencilla y espontáneamente a los hermanos que están solos, porque trabajan en bien de todos!

Es mejor dar que recibir. La fuente de la alegría está cuando se pasa de una acogida, fruto de la caridad y de la filantropía, a la convicción de que detrás del rostro de toda criatura se esconde el rostro de Cristo. Por eso lo sencillo puede ser importante, y un vaso de agua fresca, por encima de ser una urgente y sencilla necesidad corporal, se puede convertir en una cooperación evangelizadora, digna de la recompensa divina.

Acoger, en terminología cristiana, es ser digno de Cristo. La acogida de la cruz no es un puro ejercicio ascético ni una abnegación masoquista de fanáticos; es un perder para encontrar, es un sepultarse con Cristo en la muerte para ser despertado de entre los muertos. Para encontrar la verdadera vida hay que superar muchas indignidades, hay que renunciar a muchas comodidades, hay que vencer muchos egoísmos. Siendo generoso, solidario, y desprendido se es ciudadano del nuevo mundo que quiere Jesús de Nazaret.

Andrés Pardo


Para orar con la liturgia
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno:
Has querido reunir de nuevo por la sangre de tu Hijo y la fuerza del Espíritu,
a los hijos dispersos por el pecado:
de este modo tu Iglesia, unificada por virtud a la imagen de la Trinidad,
aparece ante el mundo como cuerpo de Cristo y templo del Espíritu,
para alabanza de tu infinita misericordia.


Prefacio dominical VIII


Palabra de Dios:

Reyes 4, 8-11. 14-16a

Sal 88, 2-3. 16-17. 18-19

san Pablo a los Romanos 6, 3-4. 8-11

san Mateo 10, 37-42

Comprender la Palabra

Escuchamos este Domingo, en la Lectura del Evangelio, la última parte del Discurso sobre la Misión de la Iglesia, del que venimos escuchando los dos domingos anteriores. El Discurso es una Recopilación la Segunda Recopilación, que el Evangelista San Mateo nos hace, de enseñanzas de Jesús, referentes a la Misión de la Iglesia en medio del mundo.

La Misión consiste en dar testimonio de Cristo, haciéndole a Él misteriosamente presente en la propia vida con palabras y con signos. Dar testimonio de El, por encima de todo, sin excusas ni pretextos, quiere decirnos el Señor con expresiones aparentemente duras: «el que quiere a su padre o a su madre … a su hijo o a su hija, más que a Mí, no es digno de Mí». En manera alguna pretende el Señor entrar en competencia y menos aún minusvalorar lo que es debido según Mandamiento de Dios: Honrarpadre y madre, querer a los padres, a los hijos … Lo que el Señor quiere decir, no obstante la aspereza, se entiende, sin más aclaraciones.

Advierte una vez más el Señor que el testimonio cristiano lleva consigo la persecución. «el que no toma su cruz y me sigue no es digno de Mí».

Sigue diciendo el Señor: «El que encuentra su vida» es decir, el que se la reserva, el que se desentiende, el que no está dispuesto a arriesgar la vidapor causa tan noble y tan justa como El… «la perderá». Pero «el que pierda su vida por Mí» es decir el que entregue su vida en el servicio del Evangelio, dando testimonio de Cristo «la encontrará», la recuperará pleniflicada.

«El que os recibe a vosotros me recibe a Mí… «Quizá no hemos reparado suficientemente en la gravedad de estas palabras. El que da testimonio de Cristo es sacramento de Cristo, pues Cristo transparece en él.

«El que recibe a un profeta tendrá paga de profeta » dice el Señor. Estas palabras han motivado la elección del episodio, que leemos en la ]»Lectura. La paga, que recibió la Sunamita por haber alojado en su casa al Profeta Eliseofue lafecundidad. Lafecundidad el crecimiento interno y externo de la Iglesia será la paga de los que acogen en su corazón el Mensaje Evangélico.



Avelino Cayón


sugerencias litúrgicas

«Un solo corazón y una sola alma» (Hch 4,32)


En cada Santa Misa nos sentimos interpelados por el ideal de comunión que el libro de los Hechos de los Apóstoles presenta como modelo para la Iglesia de todos los tiempos. La Iglesia congregada alrededor de los Apóstoles, convocada por la Palabra de Dios, es capaz de compartir no sólo lo que concieme a los bienes espirituales, sino también los bienes materiales (cf, Hch 2,42 47; 4,32 3 5). En este Año de la Eucaristía el Señor nos invita a acercamos lo más posible a este ideal. Que se vivan con particular intensidad los momentos ya sugeridos por la liturgia para la «Misa estacional”, que el Obispo celebra en la catedral con sus presbíteros y diáconos, y con la participación de todo el Pueblo de Dios. Ésta es la principal «manifestación» de la Iglesia. Pero será bueno promover otras ocasiones significativas también en las parroquias, para que se acreciente el sentido de la comunión, encontrando en la Celebración eucarística un renovado fervor.


Juan Pablo II

Mane nobiscum, n. 18

al ritmo de la semana


San Pedro y San Pablo, apóstoles – 29 de junio

En los apóstoles Pedro y Pablo has «Equerido dar a tu Iglesia un motivo de alegría: Pedro fue el primero en confesar la fe. Pablo el maestro insigne que la interpretó: aquél fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel: éste la extendió a todas las gentes. De esta forma, Señor, por caminos diversos, ambos congregaron a la única Iglesia de Cristo, y a ambos, coronados por el martirio, celebra hoy tu pueblo con una misma veneración» (Prefacio).

San Pedro y San Pablo fueron martirizados en Roma: el primero el año 64, crucificado cabeza abajo, y enterrado después en la colina Vaticana, junto al circo de Nerón; el otro el año 67, decapitado, en la Vía Ostiense, a cinco kilómetros

de Roma. La tradición cristiana señala que ambos apóstoles sufrieron el martirio el 29 de junio del mismo año.

La Iglesia celebra en este día no sólo la gloria de su martirio, sino también el misterio de su apostolicidad y universalidad. Pedro es la roca y el fundamento, el supremo pastor. Pablo es el instrumento elegido por Dios para revelar el misterio de Cristo entre los gentiles, fuera del mundo judío. Es una celebración de santa alegría, pero al mismo tiempo un compromiso de fidelidad a las enseñanzas recibidas de quienes fueron fundamento de nuestra fe cristiana.

Y una ocasión de manifestar nuestra comunión con el Papa, sucesor de Pedro al frente de la Iglesia, y de «orar insistentemente a Dios por él».


J. L. O.

Para la Semana

Lunes 3:
San Cirilo de Alejandría (370444), obispo y doctor, presidió el Concilio de Efeso.

Génesis 18,16 33. ¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable?

Mateo 8,18 22. Sigueme.

Martes 3:
San lreneo (130 200), obispo de Lyon, defensor de la fe católica.

Génesis 19.15 29. El Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.

Mateo 8,23 27. Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma,

Miércoles 3:
San Pedro y San Pablo, apóstoles. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

Hechos 12, 1 11. Es verdad, el Señor me ha librado de las manos de Herodes.

2 Timoteo 4,6 8.17 18. Ahora me aguarda la coona merecida.

Mateo 15,13 19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves de] reino de los cielos.


Jueves 3:
Santos Protomártires de la Santa Iglesia Romana, en la persecución del año 64.

Génesis 223 19. El sacrificio de Abralián, nuestro padre en la fe.

Mateo 9,1 8. La gente alaba a Dios que da a los hombres tal potestad.


Viernes 3:

Génesis 23,1 4.19; 24,1 8.62 67. lsaac con el amor de Rebeca se consoló de la muerte de su madre.
Mateo 9,9 13. No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios.


Sábado 3:

Génesis 27,1 5.15 29. Jacob echó lazaricadillaa su hermano y le quitó su bendición.

Mateo 9,14 17. ¿Es que pueden guardar luto mien¬tras el novio está con ellos?