Génesis 1, 1. 26-31a; Sal 32, 4-5. 6-7. 12-13. 20 y 22.; Génesis 22, 1-2. 9a. 10-13. 15-18; san Marcos 16,1-7

Este sábado se llama Soledad; esta Soledad se llama María; y María, hoy, se llama Silencio.
Hoy no hay misa. No hay lecturas. No hay nada sino silencio, soledad, y María… Un rosario rezado despacito, un beso en las mejillas de la Madre, un esconder el rostro entre sus pechos y dormir mientras su mano, suavemente, como una brisa me acaricia el pelo…
Han pasado muchas cosas, y todas demasiado deprisa. No ha habido tiempo de recapacitar, apenas si hemos podido atrapar el rayo mientras pasaba… Silencio, soledad, y María.
Dolor y espera. Una ironía para quien anda siempre preocupado por el mañana… Mañana, mañana… Virgen María: mañana, la Vida.