12/05/2007, Sábado de la 5ª semana de Pascua. San Isidro Labrador
Hechos de los apóstoles 16,1-10 , Sal 99, 1-2. 3. 5, an Juan 15,18-21

Se entabló una terrible polémica entre Joseph Cotten, Ingrid Berman, y Charles Boyer, a raíz de la película «Luz de gas». Puesto que los tres compartían protagonismo, y los tres eran actores consagrados, ¿cómo sería el cartel? ¿cómo figurarían sus nombres en los títulos de crédito de la producción? ¿Berman-Boyer-Cotten? ¿Cotten-Boyer- Berman? ¿Boyer-Berman-Cotten?… No tengo la menor idea de cómo lo solucionaron; quizá se lo jugaran la los dados. Y, aunque he visto la película unas quince veces, yo mismo no recuerdo el orden de aparición. Pero me parecen unas peleas muy simpáticas, porque lo dicen todo acerca de esta naturaleza humana tan herida. No es lo mismo ser el «starring», el protagonista de lo-que-sea (aunque sea de una catástrofe), que ser un «also starring», reducido a un segundo plano y ensombrecido por la estrella principal.

¿Quién sería el «starring» de los Hechos de los Apóstoles? A primera vista, la respuesta parece fácil: «los apóstoles»… Pero ¿qué apóstoles? ¿Pedro?… Pedro desaparece a mitad de la película, y apenas sabemos nada más de él; luego no es Pedro. ¿Pablo? Pablo no aparece hasta bien entrada la acción, cuando ya has consumido la bolsa de palomitas, no está en el momento cumbre -en Pentecostés- y, además, la película termina sin que sepamos en qué ha acabado su proceso legal; no, Pablo no es tampoco el «starring». Si nos quedamos con el texto de hoy, lo tenemos aún más difícil: el primer párrafo parece mostrarnos a Pablo como primera estrella; pero, en el segundo, el protagonista son, en general, los Apóstoles. Y, al final de la lectura, la narración cambia a primera persona y el propio Lucas se pone por delante… ¿Alguien puede decirme donde está el «starring» aquí?

«Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió.» He aquí el verdadero, el único «starring» de los Hechos de los Apóstoles: el Espíritu Santo. Desde el comienzo del libro hasta el final, es Él quien dirige la acción, a Él obedecen los discípulos de Cristo, Él determina quién y cuándo aparece en primer plano, Él inspira las palabras de los «actores», Él gobierna cada escena y por Él hablan, se callan, se mueven, se detienen, viven, y mueren los Apóstoles.

Permíteme ahora una pregunta impertinente: si se filmara tu vida, ¿quién sería el «starring»? ¿quién figuraría como protagonista de tu biografía? Y, tras la pregunta impertinente, un consejo «pertinente»: vive de tal modo que, en tu vida, el único «starring» sea el Espíritu Santo. Y no te conformes con ser un «also starring». Siéntete dichoso de poder ser un «guest star», una estrella invitada, en tu propia biografía. Se fiel y obedece de tal modo que, al final de los días, si alguien te preguntara qué has hecho con tu vida, pudieras responder lo mismo que la Virgen: «El Poderoso ha hecho obras grandes por mí».