Comentario Pastoral
SANTÍSIMA TRINIDAD

Los cristianos creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso; y en un solo Señor, Jesucristo; y en el Espíritu Santo, dador de vida. Este es el dogma fundamental de que todo fluye. Por eso la Iglesia, hoy nos invita a la celebración del gran misterio que nos hace conocer y adorar en Dios la unidad de naturaleza en la trinidad de personas.
Creer en la Trinidad normalmente no cuesta mucho, quizá porque es una verdad abstracta, que parece que afecta sólo a los teólogos. Ante el misterio no se pueden emplear palabras banales ni es actitud coherente el simple soportarlo. El misterio se cree, se adora. No basta quedarse en la representación del triángulo, del trébol o de los tres círculos enlazados. Tenemos un concepto de fe demasiado nocional, pues nos parece que creer es saber y entender, sin embargo creer es vivir. Por eso, creer en Dios es intentar vivir el misterio múltiple y único de Dios, que se manifiesta en nuestra vida.
La oración cristiana comienza «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» y siempre se concluye con una doxología en honor de las tres divinas personas.

Andrés Pardo


Para orar con la liturgia
Dios, Padre todopoderoso,
que has enviado al mundo la palabra de la verdad
y el Espíritu de la santificación
para revelar a los hombres tu admirable misterio,
concédenos profesar la fe verdadera,
conocer la gloria de la eterna Trinidad
y adorar su unidad todopoderosa.


Oración colecta


Palabra de Dios:

Proverbios 8, 22-31

Sal 8, 4-5. 6-7a. 7b-9.

San Pablo a los Romanos 5, 1-5

San Juan 16, 12-15

Comprender la Palabra

TRINIDAD

La Celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad fue introduciéndose tardíamente en la Iglesia Occidental y fijada definitivamente el Domingo después de Pentecostés.

Toda celebración cristiana es celebración de la Santísima Trinidad, celebramos siempre al Padre por el Hijo en la unidad del Espíritu Santo.

Sin embargo esta Solemnidad nos hace tomar conciencia de que toda celebración cristiana es celebración de la Santísima Trinidad. Y esta es sin duda la razón profunda de su institución.

Las Lecturas bíblicas -en los tres ciclos A, B y C- hacen referencia al Misterio. que celebramos.

Este año (ciclo C) en la 2ª Lectura y en la del Evangelio son mencionadas las tres Divinas Personas; La Lectura del Evangelio es un fragmento del Discurso-Coloquio de la sobremesa de la Ultima Cena. En él el Señor nos revela la actividad del Espíritu Santo en la Iglesia; El es el que nos va guiando hasta la Verdad plena; la Verdad, que es el mismo Cristo; la Verdad de Dios y la Verdad del hombre, que en Cristo resplandeciente. Por eso es llamado el Espíritu de la Verdad; El nos trae a quien es la Verdad. «El -como el mismo Cristo nos dice- recibe de Mi lo que os irá comunicando», Y traernos, decirnos el Espíritu Santo a Cristo, es traernos, decirnos, al Padre, pues -nos dice también el Señor- «todo lo que tiene el Padre es mío».

El Apóstol, en el párrafo de su Carta (2ª Lectura) menciona a las tres Divinas Personas en su relación con nosotros. Concluye, diciéndonos «La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo, que se nos ha dado «.

En la 1ª Lectura el Misterio de la Trinidad de Dios está insinuado. Llama la atención que la Sabiduría de Dios no es un mero atributo de Dios; es Alguien -¿el Hijo?, ¿el Espíritu Santo?-. Sólo en Cristo, a partir de El, tenemos la Revelación explicita del Misterio de Dios Trinidad.


Avelino Cayón


sugerencias litúrgicas

Soplo = Insuflación


El domingo pasado, con motivo de la solemnidad de Pentecostés, después de escuchar el relato de la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos, le invocábamos: «Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles v enciende en ellos llama de tu amor». Desde el día de Pentecostés, en que con su venida transformó la primera comunidad, él es en todos los aspectos de nuestra vida la fuerza viva: en la evangelización, en la construcción de la fraternidad, en el testimonio de amor y de unidad.

Insuflar significa «soplar dentro». Desde la creación, en que Dios sopló sobre el hombre que había modelado de arcilla convirtiéndoselo en ser vivo. Hasta Cristo Resucitado que sopla sobre sus discípulos, para darles su Espíritu, la insuflación tiene un rico sentido simbólico. Es el mismo sentido que tiene el «aire» suave o impetuoso, y el Espíritu =»pneuma».

El soplar sobre un objeto o una persona ha sido en la historia de la liturgia uno de los signos para expresar el alejamiento de todo mal, transmitiendo el espíritu del bien.





celebrar mejor


La Solemnidad de la Santísima Trinidad

El domingo siguiente a Pentecostés se celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad. Es como un eco y una síntesis de la Pascua del Señor. Todos los domingos se celebra la Santísima Trinidad, pero en éste se contempla el misterio pascual en el marco de la acción divina en el mundo y en la historia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La devoción a la Santísima Trinidad se inicia hacia el siglo IX, desarrol1ándose su culto en los monasterios benedictinos. No obstante, la liturgia nunca ha ignorado este misterio. «Todo don salvífico viene del Padre, por mediación del Hijo Jesucristo, en el Espíritu Santo; y en el Espíritu Santo, por medio del Hijo, vuelve de nuevo al Padre». De una manera o de otra en todas las oraciones litúrgicas se invoca a las tres divinas personas: «Dios Padre todopoderoso… Por nuestro Señor Jesucristo… en la unidad del Espíritu Santo. El formulario antiguo de la Misa era más bien abstracto y conceptual, y tenía puesta la mirada en la expresión de la fe de la Iglesia en un solo Dios y tres personas distintas. Pero la Santísima Trinidad es un misterio de vida y de comunión, además de misterio de fe y de adoración. Los formularios de después de la reforma litúrgica tienen más en cuenta la actuación de las tres divinas Personas con su unidad de naturaleza, con lo que es propio de cada persona, en la misma perspectiva que aparece este misterio en la Escritura. La oración colecta antigua decía: «Dios todopoderoso y eterno, que en la profesión de la fe verdadera, has concedido a tus siervos reconocer la gloria de la Trinidad eterna y adorar la Unidad de tu majestad omnipotente…». En cambio, ahora: «Dios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio…».


J. L. O.

Para la Semana

Lunes 3:


Tobías 1.3;2, 1b-8. Tobías procedía con sinceridad.

Marcos 12,1-12. Agarraron al hijo querido, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.

Martes 3:
San Bonifacio (673+754), obispo de Maguncia, martirizado por unos paganos.

Tobías 2,9-14. Estuve sin vista.

Marcos 12,13-17. Lo que es del César, pagádselo al César.

Miércoles 3:

San Norberto (1080-1134), obispo de Magdeburgo y fundador de los Premonstratenses.

Tobías 3,1-11a.16-17a. E] Dios de]a gloria escuchó la oración de los dos.

Marcos 12,18-27. No es Dios de muertos, sino de vivos.

Jueves 3:
En Madrid: Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.



Isaías 52,13-53,12. El fue traspasado por nuestras rebeliones.

Hebreos 10,12-23. Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.

Lucas 22,14-20. Esto es mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, se !lada con mi sangre.

Viernes 3:


Tobías 11,5-17. Si antes Dios me castigó, ahora veo a mi hijo.

Marcos 12,35-37. ¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de Dios

Sábado 3:
San Efrén (305-373), diácono de Edesa, asceta y teólogo

Tobías 12,1.5~15.20. Bendecid al Señor; yo subo ahora a Dios.

Marcos 12,38-44. Esta pobre viuda ha echado más que nadi