Comentario Pastoral
ENVIADOS AL MUNDO EN NOMBRE DE JESÚS

Cuántos bellos proyectos, e incluso planes apostólicos se han quedado en meros deseos, o han fracasado por falta de hombres y mujeres de buena voluntad, hoy llamaríamos «agentes de pastoral” que los lleven a efecto. Dice el evangelista San Mateo que al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas, «porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor». Algún autor traduce «andaban maltrechos y derrengados». Al ver esta situación, Jesús exclama: «La mies es abundante, pero los trabajadores pocos».

¿Qué diría Jesús al contemplar hoy nuestro mundo? Tantos niños, hombres y mujeres famélicos y hambrientos se arrastran por la vida, tantas personas sin una razón clara de vivir, buscan la verdad y se encuentran con enigmas y oscuridades, quieren vivir intensamente y no saben cómo. Gente que vive a la carrera, sumergida en una intensa y nerviosa actividad, vaciándose interiormente, sin paz interior.

Lo primero que manda Jesús es: «Rogad, pues, al Seflor de la mies que mande trabajadores a su mies». La obra es Dios, pero la realiza con los hombres. Hombres que tienen que ser testigos de Dios después de haber hecho una experiencia con el «Sefior de la mies» y tratan de comunicarla a los demás.

Sólo después llama a los doce discípulos para proclamar que el reino de los cielos está cerca. Las señales de la cercanía de ese Reino son las mismas indicadas por Jesús a los emisarios de Juan Bautista: los ciegos ven, los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. Para poder desempeñar esa misión reciben poderes para curar todo tipo de enfermedades, resucitar muertos y hacer toda clase de milagros ¿No estamos hoy ante hombres y mujeres que necesitan ser curados en el cuerpo y sobre todo en el alma, tantos «cadáveres» que andan por el mundo que necesitan un amigo que los resucite, o tantos ‘poseídos» que esperan ser liberados de tantos demonios que los impiden vivir como seres humanos?

Todos los bautizados formamos el reino de sacerdotes y la nación santa del Nuevo Testamento y de los tiempos modernos, reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, enviados al mundo en nombre de Jesús para anunciar que el reino de los cielos está cerca.


Para orar con la liturgia
Cristo, Señor nuestro, por su misterio pascua¡, realizó la obra maravillosa,
de llamarnos del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad,
para que, trasladados de las tinieblas a tu admirable,
proclamemos ante el mundo sus maravillas.


Prefacio dominical I


Palabra de Dios:

Éxodo 19, 2-6a

Sal 99, 2. 3. 5

san Pablo a los Romanos 5, 6-11

san Mateo 9, 36-10, 8

Comprender la Palabra

La Lectura del Evangelio de este Domingo nos introduce en la Segunda gran Recopilación de enseñanzas de Jesús en torno a la Misión de la Iglesia en el mundo. La Misión es la razón de ser de la Iglesia, toda ella simbolizada, representada en los «Doce» Apóstoles (Enviados).

La Misión de la Iglesia consiste en ‘anunciar el Evangelio (Buena Noticia) del Reino (Proyecto) de Dios con palabra y con signos de curación de liberación: «Curad enfermos, resucitad muertos. limpiad leprosos, arrojad demonios «. Justo lo mismo que Jesús viene haciendo, como podemos comprobarlo en la actividad de Jesús, que precede inmediatamente (Capítulos 8°y 9;. Además de la Palabra y los signos, la Misión de la Iglesia, a imitación de Cristo, consiste también en Plegaria: «Rogad al Señor de la miés… «.

«No vayáis -les dice el Señor- a tierra de paganos… sino a las ovejas descarriadas de Israel «. ¿ Qué quiere decir? -En el designio salvifico de Dios hay un orden de preferencia. En primer lugar está el Pueblo de la Primera Alianza, el Pueblo Judío. al que Dios eligió precisamente para llevar a los demás pueblos la salvación de Dios en Cristo. «La salvación -le dirá Jesús a la samaritana viene de los judíos».

Este orden de preferencia será una constante en el Ministerio Mesiánico de Jesús. Y será también una constante en la actividad misionera de la Iglesia de los primeros tiempos, como nos lo atestigua San Lucas en su Libro de los Hechos de los Apóstoles. y esta fue también la norma que observa San Pablo. Es justo decir que el Pueblo Judío fue fiel a la Misión encomendada: las florecientes comunidades judeo-cristianas, a las que también se incorporaban gentiles.

«Si guardáis mi Alianza le dice el Señor al Pueblo de la Primera Alianza (lª Lectura)- seréis mi propiedad entre todos los pueblos… Seréis para Mi un reino de sacerdotes (el sacerdocio común de los fieles) y una Nación Santa «. Estas palabras proféticas tienen plenitud de sentido en el Nuevo Israel, el Pueblo fundado sobre los «Doce” Apóstoles, el Pueblo de la A fianza Nueva y Eterna: la Santa Iglesia de Dios, cuyo fundamento es Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.


Avelino Cayón


sugerencias litúrgicas

Esperanza cristiana


Es importante para la praxis de la esperanza cristiana, El judaísmo antiguo piensa también que se puede ayudar a los difuntos en su condición intermedia por medio de la oración (cf. por ejemplo 2 Mc 12, 38-45: siglo 1 a, C.) La respectiva praxis ha sido adoptada por los cristianos con mucha naturalidad y es común tanto en la Iglesia oriental como en la occidental. El Oriente no conoce un sufrimiento purificador y expiatorio de las almas en el «más allá», pero conoce ciertamente diversos grados de bienaventuranza, como también de padecimiento en la condición intermedia, Sin embargo, se puede dar a las almas de los difuntos «consuelo y alivio» por medio de la Eucaristía, la oración y la limosna, Que el amor pueda llegar hasta el más allá, que sea posible un recíproco dar y recibir, en el que estamos unidos unos con otros con vínculos de afecto más allá del confín de la muerte, ha sido una convicción fundamental del cristianismo de todos los siglos y sigue siendo también hoy una experiencia consoladora, ¿Quién no siente la necesidad de hacer llegar a los propios seres queridos que ya se fueron un signo de bondad, de gratitud o también de petición de perdón?


Benedicto XVI

Enciclica «Spe Salvi”, n. 40

al ritmo de la semana


Dedicación de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena – 15 de junio

E1 15 de junio de 1993 Juan Pablo lI consagraba la nueva Catedral madrileña. En su homilía decía el Papa: «A semejanza de piedras vivas, que son todos los fieles de esta archidiócesis, lacatedral de Santa María la Real de la Almudena, que hoy tenemos el gozo de dedicar al culto divino, es una expresión sublime de alabanza a Dios… ¡Demos gracias a la Santísima Trinidad por este lugar santo donde residirá la gloria del Señor! Démosle gracias porque, en su divina providencia este lugar será casa de plegaria y de súplica, de culto y de adoración, de gracia y de santificación. Será el lugar adonde el pueblo cristiano acuda para encontrarse con el Dios vivo y verdadero».

Se llama ‘catedral’ porque en ella está la ‘cátedra» del obispo, como iglesia madre de todas las demás diócesis. Desde ella, situada de modo que pueda ver y ser visto por su comunidad, preside y predica el obispo. Es el símbolo más antiguo del ministerio episcopal, de su magisterio y de su autoridad pastoral. En ella normalmente sólo toma asiento el obispo propio, o alguien a quien él se lo conceda.

“Porque en esta casa visible que hemos construido, donde reúnes y proteges sin cesar a esta familia que hacia ti peregrina, manifiestas y realizas de manera admirable el misterio de tu comunión con nosotros. En este lugar, Señor, tú vas edificando aquel templo que somos nosotros, y así la Iglesia, extendida por toda la tierra, crece unida, como Cuerpo de Cristo, hasta llegar a ser la nueva Jerusalén, verdadera visión de paz» (Prefacio).

Para manifestar la importancia y dignidad de la Iglesia diocesana, se celebra cada año el día del aniversario de la dedicación de su iglesia catedral, como «solemnidad» en la misma iglesia catedral, como «fiesta» en las demás iglesias de la diócesis.


José Luis Otaño

Para la Semana

Lunes 3:

En Madrid: Santa maría Micaela del Santísimo Sacramento, virgen, Madrileña, fundadora de las Adoratrices

1 Reyes 21.1-16. Nabot ha muerto apedreado.

Mateo 5, 38-42. Yo os digo. No hagáis frente al que os agravia.

Martes 3:

1 Reyes 21.17-29. Has hecho pecar a Israel.

Mateo 5, 38-42. Amad a vuestros enemigos.


Miércoles 3:


2 Reyes 2,1.6-14. Los separo un carro de fuego y Elías subió al cielo.

Mateo 6, 1-6.16-18 Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.


Jueves 3:

San Romualdo (s. X), abad, ermitaño reformador de las costumbres de los monjes.

Eclesiástico 48-15. Elías fue arrebatado por el torbellino y Elías recibió dos tercios de su espíritu.

Mateo 6,1-6.16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.


Viernes 3:


2 Reyes 11,1-4,9-18. Ungió a Joás y todos aclamaron ¡viva el rey!

Mateo 6,19-23. Donde está tu tesoro, allí está tu corazón.

Sábado 3:
: San Luis Gonzaga (1568-1591), jesuita, estudiante de teología, murió contagiado cuidando enfermos en los hospitales de Roma.



2 Grónica 24,17-25. Zacarías al que matasteis entre el santuario y el altar.

Mateo 6,24-34. No os agobiéis por el mañana.