PRIMERA LECTURA
Libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 1-11

Me vino esta palabra del Señor:  -«Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza, diciéndoles: «¡Pastores!, esto dice el Señor:  ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos!  ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores?  Os coméis su enjundia, os vestís con su lana; matáis las más gordas, y las ovejas no las apacentáis.  No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas; no recogéis a las descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo.  Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y altos cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que nadie las buscase, siguiendo su rastro.  Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:  ‘¡Lo juro por mi vida! -oráculo del Señor-.  Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras del campo, por falta de pastor; pues los pastores no las cuidaban, los pastores se apacentaban a si mismos; por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:  Así dice el Señor: Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas, para que dejen de apacentarse a si mismos los pastores; libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar.`  Así dice el Señor Dios:  «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.»»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R.  Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R.  Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R.  Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor  por años sin término. R.

SEGUNDA LECTURA

EVANGELIO
¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?
Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:  -«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:  «Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.» Ellos fueron.  Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:  «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?»  Le respondieron:  «Nadie nos ha contratado.»  Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña.»  Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz:  «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.»  Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:  «Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.  Él replicó a uno de ellos:  «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿0 vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?’  Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»

Palabra del Señor.