Hoy la vida no me da más que para unas líneas, espero que tu pongas el resto del comentario, pero cuando la vida se complica, se complica y no puede estar uno delante del ordenador y tiene que estar delante de las personas. Llevo toda la semana pensando que hoy era el Inmaculado Corazón de María, en el misal aparece al final de mayo. Es el sábado posterior al segundo domingo después de Pentecostés es el 20 de junio ¿Por qué aparece en Mayo? No voy a cambiar el comentario, lo escrito, escrito está.
Me ha extrañado que el día de hoy no tenga lecturas propias, no celebramos el inmaculado corazón de María, pero podría ser y el Evangelio nos habla de una mujer pobre, que dio todo lo que tiene. Es casualidad, pues esta fiesta no cae en un día fijo cada año, pero en la oración he visto la unidad entre esta mujer pobre y María. Uno sólo puede dar todo lo que tiene si tiene el corazón limpio. Lo que nos agarra a las cosas, a nuestras apetencias o costumbres, no es la cartera o la necesidad, es el corazón. María es la mujer de corazón libre que se puede dar completamente pues no tiene nada que esconder ni que tapar. Ella es la que nos enseña que Dios es buen pagador y no pide nada a cambio, como Rafael después de haberle hecho tantos favores a la familia de Tobit, el único pago que quiere es “Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha hecho, para que todos canten himnos en su honor”.
Nuestra unión con la Virgen no es una casualidad, ni una devoción, ni una tradición. María, con su corazón inmaculado, nos enseña a amar a Dios en libertad, sin guardarnos nada, con total entrega. Muchas veces rezo el rosario despistado, se me va el pensamiento entre avemaría y avemaría. Entonces es el momento de mirarla a ella ty pedirle que me ayude a rezar como ella habla con Jesús, sin perder ninguna de las palabras que salen de sus labios, con todos los sentidos puestos en el amor que Dios nos tiene. Luego me vuelvo a despistar, pero ella siempre va enseñando con toda la paciencia del mundo. Hoy es día para cuidar el trato con la Virgen, para entregar lo poquito que somos y tenemos, pero que si lo entregamos totalmente el Señor lo toma por mucho. Lo que tenemos para vivir es nuestra fe, nuestra alegría, la esperanza que Dios ha puesto en nuestra alma. Hoy hay que darlo todo, no reservarse nada. Hoy es día de perder la vida para ganarla completamente. Hoy nos ponemos dentro del corazón inmaculado de María y vemos que su latir es el de Cristo, y nuestra vida se va acompasando a ese mismo latir. Hoy es día de dar gracias por que Jesús nos da, sin reservarse nada, a su madre como nuestra madre. Y ella se da también completamente. Hoy es día de no guardarse nada y ser sólo de ella y así ser sólo de Dios. Pon tu el resto.