PRIMERA LECTURA
Encontré al amor de mi alma
Lectura del libro del Cantar de los cantares 3, 1-4a

Así dice la esposa:

«En mi cama, por la noche, buscaba al amor de mi alma: lo busqué y no lo encontré.

Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando al amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré.

Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad:

-«¿Visteis al amor de mi alma?»

Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma.»
Palabra de Dios

Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9
R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.

Oh Dios, tú eres mi Dios,
por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

EVANGELIO
Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1. 11-18

El primer día de la semana, María- Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde habla estado el cuerpo de Jesús.

Ellos le preguntan:

-«Mujer, ¿por qué lloras?»

Ella les contesta:

-«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. »

Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Jesús le dice:

-«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»

Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:

-«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.»

Jesús le dice:

-«¡María!»

Ella se vuelve y le dice:

-«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»

Jesús le dice:

-«Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: «Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro.»»

María Magdalena fue y anunció a los discípulos:

-«He visto al Señor y ha dicho esto.»

Palabra del Señor