Comentario Pastoral
LO IMPORTANTE ES SEMBRAR

Jesús fue un predicador fascinante por la elementalidad de los símbolos y la espontaneidad de las referencias a la naturaleza y al trabajo palestino. En la parábola del sembrador, que se lee en este decimoquinto domingo del tiempo ordinario, encontramos una semejanza incompresible a primera vista para la mentalidad actual, que consideraría insensato a un agricultor que siembre a lo largo del camino, entre piedras y entre espinas. En realidad, en la antigua Palestina este procedimiento era habitual: se sembraba no después, sino antes de la “arada”, que tenía como finalidad quitar los obstáculos y enterrar la semilla. A pesar de todas las adversidades, la cosecha será abundante allí donde la semilla ha crecido. Lo mismo sucederá al final con el Reino de Dios.

La explicación de la parábola del sembrador es como una homilía, que pasa el acento desde Dios al hombre, de la semilla al terreno, de la contemplación de fe al empeño moral y existencial. El tema central de esta interpretación está ligado al binomio «escuchar comprender», es decir, a la adhesión y aceptación de la Palabra de Dios y del Reino.

Los pájaros que devoran la simiente manifiestan un corazón poseído por el maligno, que arranca todo lo que ha sido sembrado. El terreno pedregoso que sólo permite que brote un tallo débil hace referencia a los inconstantes y débiles, que se abaten en la primera prueba. Las espinas son el símbolo de los superficiales y de los inestables, atados al bienestar y al orgullo. Los que se convierten a la Palabra de Dios son terreno fértil y fructífero.

En la parábola se sugiere un contraste duro entre la acción de Dios (semilla y sembrador) y el fallo humano (terrenos improductivos). La Palabra tiene como suerte más común el rechazo. La historia de la siembra es una alegoría de la libertad humana y de la eficacia del Reino, que es acogido en el corazón de unos «pocos». El pequeño grupo de los creyentes es el fermento que ayuda al mundo y a la entera humanidad a liberarse de los desequilibrios y a orientarse según los planes que Dios ha trazado. El cristiano debe acogerse y dejarse invadir por la semilla fecunda de la Palabra de Dios.

Andrés Pardo


Palabra de Dios:

Isaías 55, 10-11 Sal 64, 10. 11. 12-13. 14
san Pablo a los Romanos 8, 18-23 san Mateo 13, 1-23

Comprender la Palabra

El autor del libro del profeta Isaías recurre, como después hará el mismo Jesús en su predicación, a la realidad de la sementera y de la caída gratuita de la lluvia para expresar otras realidades. Se pone de manifiesto la gratuidad que procede de lo alto y de la necesidad de la lluvia para que la tierra germine y produzca sus frutos. Así es, la palabra de Dios lleva en su propia entraña la fuerza de vida y de liberación. La palabra es eficaz por sí misma y transmite toda su fuerza creadora y regeneradora de Dios, de donde procede. La palabra de Dios no vuelve a Él vacía, cumple su encargo, es decir, realiza siempre su proyecto: ya se trate de denuncias proféticas ya se trate de palabras consoladoras.

Pablo en la carta a los Romanos, insiste en la magnitud del premio que esperamos y que con toda seguridad conseguiremos si realizamos el proyecto de Dios con fidelidad y coherencia; pero sobre todo, guiados por el Espíritu, a la plena glorificación del hombre, también corporal, se asociará la creación entera, participe ahora de nuestro dolor. Es humano y cristiano amar religiosamente la naturaleza, como la amó Jesús.

El capítulo trece del evangelio de san Mateo que leemos este domingo y los dos siguientes contienen siete parábolas proclamadas por Jesús en diferentes ocasiones y recogidas por el evangelista aquí con una finalidad catequética: descubrir el itinerario del Reino de Dios entre los hombres.

La parábola del sembrador resume la experiencia misional de Jesús en Galilea. Es una invitación a reflexionar sobre la teología y la ascética de la fe. Por la palabra, Dios comunica su Verdad, Amor y Poder. El universo y la historia son la respuesta dócil de los hechos y las cosas a la Palabra de Dios. Lo que más destaca la Sagrada Escritura de la Palabra de Dios s su eficacia. Las “parábolas” del Evangelio son comparaciones inspiradas en cosas de la tierra, que hacen pensar en las cosas del cielo. El Maestro procuró con sus parábolas que todas las realidades de su mundo se les transformase en palabra de vida y les hicieran pensar en el Reino de Dios: el campo y su laboreo, el mar con sus barcas y redes, la vida del pastor, el ambiente doméstico, la realidad social.

Jesús siembra generosamente el Evangelio movido por una gran esperanza: producirá una gran cosecha y hará presente el Reino de Dios. Los hombres son invitados a adherirse a este Evangelio de la libertad y de la gracia, que es lo único que puede cambiar radicalmente a la humanidad. El Evangelio llega al corazón de los hombres. Los discípulos de Jesús han de fijar su atención en Él y en la autenticidad de la semilla cuidadosamente atendida y generosamente sembrada. ¡Ya crecerá cuándo, dónde y cómo Dios quiera y el hombre responda!

Ángel Fontcuberta


mejorar la celebración

El Acto penitencial  


El Acto penitencial no es una de las partes de la Misa, sino un rito introductorio, por lo que no debe desequilibrar el sentido general de la celebración. El modo más recomendable es su inclusión en el “Señor ten piedad” y realizarlo con simplicidad. Así, en las Misas en las que hay Gloria, que por su propia naturaleza de himno debe ser cantado, no parece recomendable cantar el “Señor, ten piedad”, porque el “rito de entrada”, simple rito introductorio, llegaría a tener tres cantos seguidos (entrada; Señor, ten piedad, y Gloria). El acto penitencial, antes del Misal de Pablo VI, era una plegaria personal de los ministros mientras se cantaba el Introito. Por este motivo, sería mejor rezar, sin canto, el “Señor, ten piedad”, incluso en tiempos penitenciales. El celebrante, no obstante, puede elegir cualquiera de las formas del Acto penitencial que figuran en el Misal.





mejorar la celbración de la Eucaristía


Ritos iniciales (3). Canto de entrada

“Mientras se hace la procesión hacía el altar, se entona el canto de entrada” (IGMR, 47 y 48). Del canto de entrada se afirma, ante todo, su finalidad:

a) abrir la celebración.

b) acompañar la procesión de entrada del sacerdote y los ministros.

c) fomentar la unión de todos los presentes.

d) introducir al misterio según el tiempo litúrgico o fiesta que se celebre.

Se comentan, además los diversos modos de realizar este canto, entre la comunidad y la “schola”. Respecto al texto, dice que puede ser el señalado en el Gradual Romano o en el Gradual simple, o bien otro canto, pero adecuado a lo que celebramos y al día o tiempo en que estamos, y cuyo texto haya sido aprobado por la Conferencia de los Obispos.

Una novedad de estas Tercera edición (2002) es la posibilidad de que si la antífona que propone el Misal no se va a poder cantar, el sacerdote la puede adaptar a modo de monición, para la mejor comprensión de los participantes.

Más que recitar la antífona en seco, antes o después del saludo, es mejor aprovechar sus ideas (ambientando el tiempo litúrgico o la fiesta o el inicio de la celebración) para esa breve monición con la que el sacerdote se dirige a los fieles, después de su saludo (cf IGMR, 31).


Ángel Fontcuberta

Para la Semana

Lunes 11:
San Benito (480 547), abad, patrono de Europa, figura cumbre de la vida rnonástica por su testimonio personal y su Regla de vida.

Proverbios 2,1 9. Presta atención a la prudencia.

Mateo 19,27 29. Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.

Martes 12:


Éxodo 23 15a. Lo llamó Moisés, porque lo habian sacado del agua; cuando creció fue adonde estaban sus hermanos.

Mateo 11,20 24. El dia del juicio le será más llevadero a Tiro y Sidón y a Sodoma que a vosotros,


Miércoles 13:
San Enrique (973 1024), emperador, se distinguió por su colaboración en la reforma de la Iglesia y su actividad misionera,



Exodo 3,1 6.9 12. El ángel del Señor se apareció en una llamarada entre las zarzas.


Mateo 11,25 27. Has escondido estas cosas a los sabios, y se las has revelado a la gente sencilla.


Jueves 14:

San Camilo de Lelis (1550 1614), presbitero, cambió la carrera de las armas por el servicio a los enfermos, para lo que fundó una (~ongregación religiosa.

Exodo 3,13 20. Soy el que soy. To soy» me envia
a vosotros.

Mateo 11,28 30. Soy manso y humilde de corazón.


Viernes 15:
San Buenaventura (1218 1274), franciscano, teólogo, obispo, cardenal.

Éxodo 11,10 12,14. Mataréis un cordero al amanecer; cuando vea la sangre, pasaré de largo.

Mateo 12,1 8. El Hijo del hombre es señor del sábado.

Sábado 3:
Nuestra Señora del Carmen. Advocación popular de la Virgen. Rectierda el Monte Carmelo, en Palestina, donde nació la Orden Carmelitana.



Éxodo 12,37-42 Noche en que el Señor sacó a Israel de Egipto

Mateo 12,1-8. Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta.