Ya me he quedado casi solo en la parroquia y tengo que redistribuir los tiempos para escribir los comentarios a tiempo. Celebramos hoy a san Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen, y desde hace unos años se celebra el “día de los abuelos”, una feliz iniciativa. Los abuelos suelen ser mayores y, por lo tanto, ya han visto bastante en la vida. Han contemplado como crecían sus hijos, han visto como se cumplían -o no-, las expectativas que tenían en ellos, han visto épocas de bonanza y de crisis, tienen mucha experiencia que contar. Normalmente cuando una sociedad pierde el respeto por sus mayores suele irse al traste. En la nuestra ya pasa y, en ocasiones, hablando con personas de raza gitana les he indicado el peligro que conlleva que pierdan el respeto a los ancianos. Cuando se cree uno que sabe más que los mayores porque sepa utilizar un teléfono móvil es que está fatal. Me asombra la capacidad de los mayores para ver pasar los cambios y quedarse con lo fundamental. Lo que muchas veces nos asombra ellos no le dan demasiada importancia, son modas pasajeras.

“Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!. Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.” San Joaquin y Santa Ana sí que fueron testigos de algo grande, y no sólo testigos, sino que participaron activamente. Lo que para el mundo pasó desapercibido -la vida de María-, lo que sus contemporáneos no hicieron ni caso -el nacimiento de Cristo-, ellos lo vivieron en primera persona. Tal vez con sorpresa, incredulidad o cierto temor…, pero respetando la voluntad de Dios que hace lo que quiere con quien quiere.

También nosotros participamos en primera persona de los misterios de Dios. Tal vez muchos se burlen de la piedad de los ancianos, de esas viejecitas que llenan nuestras iglesias y que pasan entre sus manos las cuentas del rosario. Parecerá que no hacen nada, pero han llegado a lo fundamental. Intentarán despistarlos con viajes del Inserso y cursos de informática. No está mal que se distraigan, pero que no pierdan lo fundamental.

Hoy es un día para aprender de los abuelos y para que sean conscientes de su grave responsabilidad, de enseñarnos a ver y oír.

La Virgen dará un beso a sus padres de felicitación en el día de hoy, tratemos a nuestros abuelos con el mismo cariño.