Por fin! Después de una semana sin poder ver la página de la Diócesis y teniendo que hacer malabares para que publicasen los comentarios, ya veo la página y creo que podré colgarlos comentarios yo solito (justo ahora que acabo esta tanda). Sólo había que reiniciar el router y no sé qué asunto de las DNS volvía a su ser. Por fin deja de decirme el mensaje de que no encuentra al servidor y se conecta correctamente. tristemente en nuestra vida parece que también nos fallan las DNS esas y el Señor no encuentra servidor. Habrá que reiniciarse.

«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso.» … «Desde entonces muchos discípulos suyos se echaron a atrás y no volvieron a ir con él». Parece que muchos perdieron las DNS en un rato, es decir, fueron incapaces de comprender el lenguaje de Jesús y por eso Jesús no encontraba el servidor. Hoy que es sábado voy a tenerlo también un lenguaje duro. Quien se dice cristiano y desprecia la Eucaristía, al menos semanal, aunque sea por pereza, porque tiene la vida muy ocupada incluso los domingos, porque es el único día de la semana que puede dormir más o corre Alonso o juega el Madrid…. No seguirá a Cristo. «¡Eh! No se pase, que yo no voy a Misa pero soy muy buena gente» No lo pongo en duda ni un segundo, serás el mejor de tu clase, pero no te llames Cristiano, discípulo de Cristo. Lo eres porque Dios te quiere, pero respondemos muy poquito a ese amor. «¡Pero soy mucho mejor que muchos que van a Misa cada domingo!» Si yo no lo dudo, serás más bueno que las magdalenas de mi abuela, pero no eres de Cristo, lo siento en el alma. El que no acude a Misa, no siendo por causa de enfermedad o de caridad, acaba acudiendo a otros y esos no tienen palabras de vida eterna. ¿A quién vamos a acudir si no es a Cristo? Y Jesús está presente en la Eucaristía.

La santa Misa ha sido la raíz y el acicate de muchas conversiones y, por supuesto, de muchos frutos de perseverancia en la fe y en la vocación. Tengo que reconocer que cada vez que cambiamos al Santo Padre me cuesta mucho el no equivocarme en Misa, y no por estar distraído o pensando en que el cirio no está encendido, sino que en ese momento es el memento de vivos y me acuerdo de todos los que me han pedido oraciones, de los enfermos, en especial los niños, de los que leen este comentario, de loe que me ayudan a vivir mi vida cristiana y sacerdotal, de los que me caen mal o me han hecho daño…, en fin, de un montón de personas que cuando uno llega a “nuestro Santo Padre N” no sabe si decir Francisco, Benedicto o Gustavo. Con el tiempo como uno tiene que rezar también por el Papa ya le va saliendo solo.

Creo que ya lo he puesto en más comentarios, pero creo que en las sacristías de las casas de la Beata Madre Teresa de Calcuta hay un cartel que dice: “Sacerdote de Jesucristo, celebra esta Misa como si fuera tu primera Misa, como si fuera tu última Misa, como si fuera tu única Misa.” Puede parecer un consejo piadoso, pero ojalá lo hagamos real.

María, madre de la Eucaristía, ayúdanos a vivir cada Misa con toda intensidad y a invitar a muchos a acercarse a la Eucaristía.