Hoy, en Madrid, celebramos a nuestra Patrona santa María la Real de la Almudena, aprovechar para rezar un poco por esta Diócesis. Pero el resto de la humanidad celebra la dedicación de la Basílica de Letrán, la “parroquia del Papa.” Un día muy especial para rezar por las intenciones del Santo Padre y por la Iglesia entera. Vemos tanto al Papa en las noticias, en los periódicos y en Internet que vamos teniendo más confianza con él, pero nos puede pasar que se nos olvide que no tiene el mismo cargo que el presidente del gobierno o el de la comunidad de vecinos. Le vemos y oímos tanto que corremos el peligro de que su voz sea una voz más, o quedarnos en la anécdota o el titular y no ir más allá.

«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Es de las pocas veces que vemos enfadado a Jesús. Nos puede pasar que al Papa le pidamos también palabras dulces, cariñosas y amables continuamente, y normalmente será así. Pero también el Papa tiene que dejar llevarse por el celo de la casa de Dios. No puede permitir que la Iglesia se convierta en un lugar sin Dios, en lo que tantas veces repite el Papa Francisco, una ONG más. Y si eso le lleva a dejarse llevar por el santo celo, bendito sea Dios. Dicen que a los presidentes de las naciones los juzgará la historia, la verdad es que muchos de ellos no pasarán a la historia, pero al Papa le juzgará Dios y él lo sabe. Los dones y carismas que recibe no son para sí, sino para servir a la Iglesia y llevarla por los caminos del Evangelio. Esa responsabilidad también es de sus asesores y también a ellos Dios les pedirá cuentas. No se puede ver que maltratan o difaman a riu madre y mantenerse en silencio o mirar para otro lado. mantener la fe en la Iglesia es la primera obra de caridad del Santo Padre y tiene que vivirla hasta el final, sin tener miedo a “caer mal.” Por eso hace falta nuestra oración, nuestra fidelidad y nuestro apoyo a la figura de Pedro, al que sea, pues esa carga es mucha para llevarla sobre los hombros uno solo. Cuenta con la ayuda del Espíritu Santo, pero su vida de oración se enriquece cuando unimos nuestra oración a la del Papa.

«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Estos pobres no se enteran de nada. Pero nos pude pasar lo mismo a nosotros. Cuando los medios airean palabras -reales o inventadas-, del Papa podemos quedarnos en la opinión, comentario o crítica de otros. Sinceramente, el Papa habla todos los días, pero no suele ser muy largo. En apenas quince minutos podemos leer todo lo que ha dicho el Papa en un día normal. Teniendo tantos medios técnicos ¿por qué no dedicar unos minutos a ir a las fuentes? No leamos la opinión de uno que remarca un par de frases del Papa, leamos lo que el Papa ha dicho y así alimentará nuestra alma y nuestra oración, nos afianzará en el amor a la Iglesia y descubriremos la grandeza del ministerio petrino…, y nos dejaremos de dimes, diretes y murmuraciones. En la antigüedad se daba mucha importancia a escuchar, especialmente a los mayores, y así se trasmitía la sabiduría… ¡No reneguemos de ser sabios!

Pidamos hoy a la Virgen por el Papa, que nuestra Señora de la Almudena, le ilumine, le de fuerza y fidelidad.