Dejamos atrás la lectura del libro del Génesis y comenzamos esta semana con la del libro del Éxodo. En las páginas de este libro encontraremos el precioso relato de la historia de salvación del pueblo de Israel. Una historia que no solo aconteció solo en el pasado, sino que acontece en el presente, pues Dios continúa liberando y salvando al ser humano de todas sus esclavitudes. Una historia que hoy tiene mucho que decirnos a nosotros, de hecho el director de cine Ridley Scott, se han atrevido a llevarla a la pantalla grande recientemente en la película: “Exodus: Dioses y reyes”. Leer el libro del Éxodo es leer nuestra historia, por eso me gustaría invitar a todo aquel que se acerque esta semana a estos comentarios a recorrer un camino interior. Quisiera proponernos a todos a recorrer a lo largo de esta semana, y de la mano de los textos bíblicos, un camino de liberación y de vida.

El Papa Francisco en una homilía que daba hace unos en Quito (Ecuador), en el parque del bicentenario de la independencia de Hispanoamérica, nos recordaba a todos los creyentes nuestra identidad evangelizadora y nos llamaba a la comunión dentro de la Iglesia. Para ello nos decía, es preciso primero de todo, dejarnos salvar por Dios a través de Jesús: “El Bicentenario de aquel Grito de Independencia de Hispanoamérica. Ése fue un grito, nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, «sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno» (Evangelii gaudium 213). Quisiera que hoy los dos gritos concorden bajo el hermoso desafío de la evangelización. No desde palabras altisonantes, ni con términos complicados, sino que nazca de «la alegría del Evangelio», que «llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento» de la conciencia aislada (Evangelii gaudium 1)”. 

                  Estas palabras del Papa nos podrían servir como clima de fondo desde el que recibir la Palabra de Dios en esta semana: Señor, quiero dejarme salvar por ti, liberar por ti, para vivir dentro de la Iglesia mi misión evangelizadora y para poder ser instrumento de comunión. Quiero Señor vivir un éxodo (salida) hoy en mi vida, quiero de nuevo ponerme en camino hacia Ti y hacia mis hermanos. Vamos a ir dando pasos, expresados en diferentes “éxodos-salidas”.

La primera “salida” para este día en nuestro camino de liberación y vida es: Salir de una lectura humana de los acontecimientos de nuestra vida para entrar en una lectura de fe. Quizá hay circunstancias o situaciones en nuestra vida que no entendemos, dejemos que Dios las ilumine y nos ayude a ir más allá de las apariencias para descubrir su Presencia en lo que vivimos. Jesús en el Evangelio de hoy enseña a sus discípulos a leer la persecución y la dificultad del seguimiento como parte del mismo. Pidámosle al Espíritu Santo en este día que nos ayuda a salir de nuestra mirada parcial y humana para entrar en la Suya.