Hay días en que se acumulan las noticias. En un día pueden cambiar cuatro veces los titulares de las noticias del mundo, las noticias locales, los últimos correos que has recibido, una carta inesperada y los trescientos doce WhatsApp que has recibido en los últimos siete minutos. Eso lleva a priorizar, a poner titulares y ya esconder noticias importantes en la quinta página en un cuadrito de abajo. O a tener que decidir y anteponer unas cosas a otras y, las que tal vez nos parecían importantísimas, pasen a un segundo plano. Y ante tanta información muchas pasan al olvido. Pero hay noticias que no tenemos que olvidar.

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» La noticia de la Encarnación del Verbo se celebra el 25 de marzo -nueve meses antes de la Navidad-, pero cayó en Viernes santo. Desde entonces Jesús murió en la cruz, resucitó y hemos pasado ocho días con ese titular en primera plana (y ahí sigue, que si no seríamos los más tontos de todos los hombres). Podríamos haber olvidado el hecho de la Encarnación, pero la Iglesia nos lo pone hoy -el primer día que se podía según la liturgia-, para alegrarnos con María. Hoy los periódicos se llenarán de noticias sobre la cerrazón del corazón de Europa a los refugiados, de noticias políticas de mucho o poco calado y de corrupciones y engaños, tal vez todavía quede algo de la victoria del Madrid en el fútbol, aunque del Atlético que nadie se acuerda. parece que el hombre no se ha enterado que que Dios se ha hecho hombre para que el hombre pudiese llegar a Dios…, por eso hay que celebrarlo y repetirlo una y mil veces. habrá motivos de tristeza, pero Alégrate con María. Tal vez nos pasaríamos la cabeza el querer pedir otra señal y que se acaben los malos, pero no queremos tentar al Señor si ni aún entendemos lo profundo de la Encarnación del Señor. Ese Niño encarnado en las purísimas entrañas de María es el salvador, el Resucitado, el que nos trae la salvación. Pidamos a ese niño encarnado, a Dios hecho hombre, que aprendamos la humanidad entera a mirar al hombre como nos mira Dios. Por ello hay lugar para la alegría, la verdadera alegría, a pesar del pecado de los hombres y de los pueblos.

Hoy pasamos el día con María, asombrándonos con ella, gozándonos con ella. No la dejes.

(El sacerdote que tenía que escribir los comentarios esta semana se someterá esta tarde a una pequeña operación quirúrgica así que nos hemos cambiado de semana, rezar por él para que tenga una rápida recuperación)