Acabo de empezar mis vacaciones. Sí, ya sé que es muy pronto pero son sólo diez días y el resto del verano estaré en la parroquia. Son diez días de convivencia con sacerdotes, con formación, un día de retiro, tranquilidad para rezar, tiempo para pasear, comer y dormir ordenadamente y para hacer el mismo tiempo de deporte que el resto del año, es decir: nada. Aquí la conexión a Internet va como va, espero no fallar ningún día a esta cita con los comentarios.
“Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?” Seguramente si estuviera en la parroquia hoy hablaría de la necesidad de ser sal y luz, de ponernos a hacer cosas, de ser testigos, etc. etc. Pero como estoy de vacaciones prefiero enfocarlo desde el lado contrario. No es que no haya que ser sal y luz, sino que también nos es necesario, casi diría que imprescindible, el dedicar un tiempo a buscar la sal y a encender la luz. Un tiempo en que puedas disfrutar de la sal de los otros, de aquellos que te han ayudado a ser mejor cristiano durante este año y los que han iluminado a la Iglesia a lo largo de los siglos.
El primero, por supuesto, disfrutar de Dios uno y trino. Él nos llamó y nos eligió desde toda la eternidad y, especialmente, el día de nuestro bautismo. Para que la luz brille y la sal sale es necesario dedicar tiempo para Dios, para rezar tranquilo, sin prisas y sin mucho horario.” Es Dios quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros; y además nos ungió, nos selló y ha puesto su Espíritu como prenda en nuestros corazones.” Ya tendremos que “recortar” tiempo el resto del año por las muchas cosas que tenemos que hacer. Disfrutar de la Eucaristía en la intimidad con Dios y la compañía de la Iglesia.
Tiempo para disfrutar de los testigos de Cristo, especialmente de nuestra Madre del cielo la Virgen María. Rezar el rosario con calma, llenando cada avemaría de intenciones y de personas. De hacer lectura espiritual y, creo que es una buena idea, con la vida de los santos. hoy un poco de San Antonio y mañana Dios dirá.
Tiempo para recapitular un poco este año. Y creo que no hay que hacerlo desde la humillación de nuestros pecados y defectos, sino para dar gracias por todos los que en este año nos han ayudado a ser mejores cristianos. A veces con una caricia y a veces con una torta. Y dedicarles tiempo a esas personas. Los sacerdotes a los amigos sacerdotes y a los laicos que este año nos han ayudado más. Los casados a la familia, disfrutando los unos de los otros. Y tiempo para los amigos que nos enseñan cómo ser amigos de Dios.
Ya pasara´n estos días, y cada uno las vacaciones que os podáis tomar, y volveremos a la vorágine de las actividades, las idas y las venidas, las llamadas, los correos y el caos. Pero sea en la playa, en la montaña o en el lugar de siempre hay que pararse un poco para ser buena sal y luz de Cristo, no sea que con tantas cosas nos apaguemos o nos volvamos sosos.
Le pido a la Virgen que os conceda a todos, aunque sólo sea unos días, el merecido descanso del alma y del cuerpo, para volver a iluminar el mundo con la luz del Evangelio.
Ya tenía ganas de volver a leer sus comentarios Padre, espero que se recupere pronto.
Yo quiero dar las gracias, a todas las personas que durante este curso, han sido sal y luz en mi vida, y he de decir que han sido varias; gente que se ha preocupado por mi, que me están ayudando a crecer en mi fe; como los Jesuitas de Bilbao, a quien tanto les debo, y grupos de oración, en los que he encontrado grandes e insustituibles amigos, los cuales me están acercando más a Dios. No podría decir con palabras todo lo que siento en este momento, porque estoy emocionada. Por primera vez en mi vida, voy a hacer este verano unos ejercicios en Loyola, y estoy deseando que llegue la fecha, porque de veras que los necesito. También ha sido un año de bastante lectura espiritual, (algo que tampoco había hecho hasta ahora).Nunca es demasiado tarde para ponerse en el camino correcto.
Le pído a Nuestra Madre, que yo también pueda ser luz para esas personas que están a mi lado y que sé que también me necesitan.
Y de nuevo, gracias a todas esas personas que han pedido por mi, y entre las cuales se encuentra vd. Padre.
Qué alegría padre!, otra vez sus comentarios.
Le agradezco especialmente su dedicación en estos días en que se encuentra descansando.
Muchas gracias por ser, para quienes le leemos, un poquito de esa sal y esa luz.
Dios le bendiga,
Hola Gema. No sabes cuánto me alegra «oir» ese tono de voz que tienes ahora.
Un abrazo fuerte y seguimos rezando unos por otros.
Gracias Padre y feliz convivencia.
Padre gracias por sus palabras que nos llenan de ánimo y nos invitan a perdonarnos y a continuar. Hoy en una avemaría le pido que ore por Venezuela y sobre todo por la conversión de nosotros, solo en el Señor encontraremos el camino para salir del caos. Felices vacaciones.
Gracias padre que Dios le bendiga.
Gracias, Padre. Me ayuda mucho.
Felices vacaciones. Las tiene bien merecidas.
Dios nos ama
Gracias Padre que disfrute sus pequeñas vacaciones.
Hola Soledad, veo que te acuerdas de mí, estaba muy mal hace unos meses.. Muchas gracias por todas las oraciones.aunque sigo necesitando mucho de ellas. Tienes razón, hay un gran cambio en mi; pero todo se está encauzando gracias a Dios. Tus palabras y oraciones, al igual que el de otras muchas personas parece que están dando su fruto.
Un fuerte abrazo, y unidos en la oración.