OH, RAÍZ DE JESÉ, QUE TE ALZAS COMO UN SIGNO PARA LOS PUEBLOS, VEN A LIBRARNOS, NO TARDES MÁS.

Jesé era el padre del Rey David. Según la profecía, de su linaje nacería el Mesías, que tendrá también título de rey, pues lleva sangre real. Para establecer la evolución de las generaciones en las familias se elaboran los famosos “árboles” genealógicos. Este símbolo botánico es el que nos permite comprender este titulo del Mesías. Una feligresa, experta en jardinería, está dándose una buena paliza «actualizando» el jardín que tenemos junto a la sacristía porque estaba en absoluta decadencia. Se ha dedicado a cribar tierra, plantar semillas y a podar los árboles. En uno de ellos hay una rama finita junto al tronco, que nacía desde el suelo, como de un metro de alta y con bastantes hojas. Le pregunté que por qué no la cortaba. Y me respondió que es un “hijo” del árbol: cuando el actual muera o haya que cortarlo, el nuevo lo sustituirá.

El título “Raíz de Jesé” vincula a Jesucristo con la sangre azul, la realeza. Su árbol genealógico va desde Jesé hasta San José, quien pertenecía a la misma tribu que David. Además, el más afamado rey de Israel nació también en el mismo pueblo que Jesús: Belén de Judá. El Arcángel San Gabriel completa la relación del Mesías con Jesé cuando le dice a la Virgen María: “el Señor Dios le dará el trono de David, su padre”. Todas estas consideraciones vienen a legitimar a Jesucristo como Rey, aunque su reinado luego tuvo poco que ver con las esperanzas demasiado mundanas de muchos creyentes: su reino no es de este mundo, sino que es el Reino de Dios, el reino del universo entero. Para quien es Raíz de Jesé, un reino de este mundo es demasiado poco.

Igual que un hijo del Emperador es señal de la continuidad del linaje, y por lo tanto de la estabilidad de un imperio, así el Mesías que viene es un “signo para los pueblos” de la tierra: signo de la llegada del Reino de Dios que no pasa nunca. El Niño garantiza la sucesión y permanencia del reino.

Ayer aparecía el Mesías como rescatador. Hoy lo hace como libertador: “Ven a librarnos”. La falta de libertad se relaciona con la esclavitud, en este caso, la esclavitud del pecado que ata a toda la humanidad. Quien es Raíz de Jesé viene a romper nuestras cadenas.

No tardes más, Jesús, Raíz de Jesé: visítanos, ¡condúcenos a la libertad verdadera de los hijos de Dios!

 

_________________________________________________

Versículos del Aleluya (Leccionario).

(dom) 17 de dic.: Oh, Sabiduría del Altísimo, que lo dispones todo con firmeza y suavidad, ven para mostrarnos el camino de la prudencia.

(lun) 18 de dic.: Oh, Pastor de la casa de Israel, que en el Sinaí diste a Moisés tu ley, ven a rescatarnos con el poder de tu brazo.

(mar) 19 de dic.: Oh, Raíz de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ven a librarnos, no tardes más.

(mié) 20 de dic.: Oh, Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas.

(jue) 21 de dic.: Oh, Enmanuel, rey y legislador nuestro, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.

(vie) 22 de dic.: Oh, Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.

(sab) 23 de dic.: Oh, Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia , esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

(dom) 24 de dic.: Oh, Sol que naces de lo alto, resplandor de la luz eterna, sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.