LUNES 1 DE ABRIL 2019

CREER ES CONFIAR

Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.

Aquel hombre creyó. Creyó en Jesús contracorriente. Creyó en Jesús ciegamente. A su hijo se le escaba la vida y fue valiente y acudió a Jesús. Y Jesús lo escuchó.

Ante la enfermedad y el sufrimiento, algunas veces el creyente duda de la justicia y la gloria de Dios. Únicamente puede vencer el escándalo del mal si, por la fe y la oración, se entrega al designio salvador de Dios, a su gracia y sabiduría:

Nos has bendecido, Señor,

con el don de la fe que sana y salva,

y en la que todo encuentra sentido.

Señor,
en momentos de duda y desconcierto,

cuando se imponen el dolor y el miedo,

o domina el sufrimiento,
aumenta nuestra fe
para descubrir tu amor entrañable,
tu misericordia que sana las heridas,
tu voluntad de conducirnos a la plenitud.

Señor,
que en cada acontecimiento de la vida,

en la salud o en la enfermedad,
en la alegría o en el llanto,
pasemos haciendo el bien,
siendo testigos de tu amor que salva.