VIERNES 5 DE ABRIL 2019

DIOS UNO Y TRINO

«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».

Jesús no nos mete en un galimatías. Jesús no ha perdido la cabeza. Jesús nos abre una puerta del misterio infinito e inabarcable de si mismo. Jesús nos confiesa que él es Dios verdadero de Dios verdadero, la Palabra Eterna del Padre, el Hijo único que Dios que con el Padre y el Espíritu Santo son Dios, un solo Dios.

No podemos decir que los cristianos creamos en tres dioses, sino en un único y mismo Dios que subsiste en tres Personas realmente distintas:

  • Dios Padre todopoderoso: Es el único Dios vivo y verdadero que existe desde siempre y vive para siempre. Es bueno y la fuente de la vida. Creó el mundo, al hombre y a la mujer, pero se apartaron de él. Dios no los abandonó al poder de la muerte, sino que, compadecido, tendió la mano a todos, para que le encuentre el que le busca. Reiteró su Alianza a los hombres; por los Profetas los fue llevando con la esperanza de salvación. Dios nos ama con mayor ternura que una madre a su hijo y lo demuestra enviando a su Hijo unigénito al mundo para salvarnos.
  • Jesús, el Hijo de Dios: Dios amó tanto al mundo que, al cumplirse la plenitud de los tiempos, nos envió como Salvador a su único Hijo. El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo, nació de María, la Virgen, y así compartió en todo nuestra condición humana menos en el pecado; anunció la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos y a los afligidos el consuelo. Y para cumplir sus designios, él mismo se entregó a la muerte, y, resucitando, la destruyó y nos dio nueva vida.
  • El Espíritu Santo: Y porque no vivamos ya para nosotros mismos, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, Jesús envió al Espíritu Santo como primicia para los creyentes, a fin de santificar todas las cosas, llevando a la plenitud su obra en el mundo. El Espíritu Santo es Dios, como el Padre y el Hijo. Él da vida a la Iglesia y la hace santa, nos hace comprender lo que Jesús dijo, nos da fuerza para seguirlo, continuar su obra y confiar en Dios Padre.

Los que creemos que Dios es uno y trino a la vez, sabemos que no es fácil de entender y de explicar (estamos ante un misterio que se nos escapa…), pero vislumbramos que es algo magnífico: como la naturaleza: todas las cosas distintas, todas armoniosas, como el amor humano: podemos disfrutar de la unidad, pero sólo siendo cada uno distinto.