La Pandemia ha conducido a que muchas personas, de manera temporal o quizás a más largo plazo, se hayan quedado sin trabajo. Hoy acudimos a la poderosa intercesión del Padre de Jesús, a quien Pío XII, instituyó como patrón de los trabajadores, pidiendo por todos ellos. También para que mejore la situación, tanto sanitaria como económica, y para que los gobernantes y dirigentes encuentren luz para conducir, de la mejor manera posible, la salida de la crisis generada. Y también recordamos y pedimos por todos los que han seguido trabajando, algunos exponiéndose al contagio. Y por los que trabajan de otra manera estando pendientes de las necesidades del prójimo.
En el Evangelio de la Misa continuamos leyendo el “Discurso del Pan de vida”. Muchos se escandalizan de las palabras de Jesús, cuando señala que hay que comer su carne y beber su sangre. Pero Él no se retracta ni matiza la enseñanza. Por el contrario la reafirma insistiendo en el realismo de la afirmación: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. Y vincula su recepción a la vida eterna.
Señor, ayúdanos a adentrarnos en el misterio de la Eucaristía; a penetrar en el misterio de la comunión.
Hay muchas urgencias en el mundo. Pero sabemos que con tu ayuda podremos responder con amor. Que no olvidemos el gran don de tu cuerpo y de tu sangre. Mientras no podamos recibirte sacramentalmente mantén el deseo de nuestro corazón para que, mediante la comunión espiritual, no dejemos de acudir a ti.
En este inicio del mes de Mayo acudimos también a ti María. Tú que alimentaste a Jesús infante, al igual que José proveyó de vuestro sustento, llévanos a Jesús para que también sepamos ayudarle en los que nos necesitan.
Hoy en la primera lectura se nos narra la conversión de San Pablo. Dice el texto que el Señor dice a Ananías (respecto a Pablo) “yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre”.
Esta frase puede parecer un poco incomprensible (incluso una barbaridad). Pero si arrojamos luz y entramos en la fe, vemos la gran verdad que hay detrás de esta frase: Jesús ha elegido a Pablo para anunciar el evangelio a los gentiles. Pero el Señor no engaña nunca y deja las cosas muy claras: te enfrentas al mundo con un mensaje de amor que no va a caer bien en muchos ámbitos. Mi palabra, mi nombre, te va a traer problemas y sufrimientos. Pero cuentas con el Espíritu, con la gracia, con la Verdad. Estás anunciando al Amor que se ha entregado por nosotros. Estás anunciando el Amor del Padre.
En ese sentido, esto nos puede ayudar a todos nosotros los Cristianos: Seguir a Jesús, anunciarle, nos va a traer problemas. Cuando uno se siente enamorado del amor de Jesús, defiende la Verdad, la justicia, la vida, el amor. Y eso en numerosas ocasiones no gusta. Mirémonos a nosotros mismos y veamos en nosotros los problemas que nos encontramos siendo Cristianos. Cuántos vendedores de felicidad nos prometen y prometen… pero a la hora de la verdad fallan. La sociedad promete felicidad a base de éxito, dinero, influencia… y a la hora de la verdad nos vacía. Jesús nos da su Pan, nos asegura la Vida de verdad, el amor verdadero, gozo, Paz, los dones del Espíritu y tanto más. Pero nos deja claro que el camino no es nada fácil. También nos dice que no vamos a estar solos con nuestras fuerzas, contamos con la gracia del Espíritu. Jesús lo anuncia hasta morir por nosotros.
Decía el Papa esta Pascua “No se trata de una fórmula mágica que hace desaparecer los problemas… no. La resurrección de Cristo no es esto sino la victoria del amor sobre la raíz del mal. Una victoria que no pasa por encima del sufrimiento y de la muerte, sino que los traspasa abriendo un camino en el abismo, transformando el mal en bien. Signo distintivo del poder De Dios.”
Muchas gracias Anónimo por tu reflexión profunda y acertada. Estamos un poco hartos de charlatanería barata, incluso de clérigos; necesitamos de la sabiduría del Evangelio y de los grandes santos para seguir con coherencia y valentía al Señor, incluso a costa de nuestra propia vida. Gracias también a todos los comentaristas de esta página. Paz y Bien.
Ama mucho y has lo que quieras…en que pocas palabras sintetiza San Agustín la actitud del cristiano.
Anónimo. Vll. Solo doy las gracias por las sabias enseñanzas.de lo Anonimos anteriores. Yo solo quiero aprender de ellos y amar cada día más a Dios Nuestro Señor. Amarle sobre todas las cosas Aferrarme a su mano y me lleve a Su Luz
Hoy festividad del trabajo, el primero de Mayo, San José Obrero, muchos reflexionamos sobre la vocación al trabajo, la dignidad del trabajo y la santificación del trabajo.
La reivindicación de un trabajo digno para todos, me lleva a reivindicar los medios de protección, los equipos, para ese trabajo de los sanitarios y otros profesionales que durante la pandemia han seguido trabajando. Pido a Dios que esa reivindicación tenga el eco social y político que en justicia les corresponde, junto a los aplausos. ¡Que la Madre los proteja y aliente!
Muy bien hnos. Busquemos siempre, siempre,siempre, el REINO DE DIOS, y lo demás vendrá por añadidura, es promesa del Señor, mucha perseverancia. Paz y Bien