Bastante gente vino a Misa ayer, cubiertas sus caras con mascarillas cuesta identificar los rostros y las expresiones. Pero aun así intuyes la emoción de muchos al poder volver a Misa. En estos días pasados no era extraño que alguno (y alguna), se le escapasen las lágrimas cuando podía comulgar después de varias semanas sin hacerlo.
Sin duda alguna es un mal que nos priven de Jesús en la Eucaristía, pero Dios hasta de los males saca bienes y en muchos ha vuelto a poner la Sagrada Comunión en su lugar y a Cristo como centro de su vida…¡Bendito sea Dios!
“Si me voy os lo enviaré (al Paráclito).” Jesús no nos deja un recuerdo, una foto, unos pensamientos bonitos o unas frases elocuentes. Jesús sabe que conviene que se vaya para enviarnos al Espíritu Santo, pues nadie puede decir “Jesús es el Señor si no es bajo la acción del Espíritu Santo.” Estamos esperando Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. No es un sustituto o un intercambio. Sin el Espíritu Santo no llegaríamos a conocer a Jesucristo como Dios, se nos hubiera quedado en un profeta o en un pensador, un ideólogo o un revolucionario (que así lo ven muchos cuando no lo ven bajo el Espíritu Santo). Pero el Espíritu santo nos hace descubrir que Jesús es el Señor, que es Dios hecho hombre por nuestra salvación.
Por ello dejará convicto al mundo acerca de un pecado pues no creíamos que Jesús era Dios mismo y le matamos como a un delincuente. Convictos de una justicia pues vuelve al Padre, del que salió para nuestra justificación y ya no le veremos hasta que pasemos de este mundo al Padre. Y convictos de una condena, pues quien se alíe con el príncipe de este mundo se alía con un condenado pues ya ha sido derrotado…, aunque él no se lo crea.
En este tiempo de escribir el comentario me ha dado tiempo a confesar, apuntar un bautizo, desinfectar el templo y dos llamadas de teléfono…¡ y dicen que ahora tenemos una vida tranquila! Gracias a Dios que todavía queréis necesitar a los sacerdotes. Que la Virgen María os bendiga, os guarde y os haga anhelar el Espíritu Santo.
La glorificación de Jesús confirma su filiación divina y la aprobación por parte del Padre de la misión llevada a cabo por Jesús. Por tanto, el Espíritu demostrará directamente la justicia de Cristo al proteger a los discípulos y a la comunidad eclesial.
¿Mascarilla en el templo durante toda la celebración? ¿Comunion en la mano? ¿Comunión en la boca?… Lo que observo son los detalles de cuidado de la piedad eucarística de los fieles, y la preocupación por preservar la salud de todos, ante la pandemia. Dudo… dudan… dudamos, en cada gesto porque nos cogió de sorpresa.
Antes pensaba que mis manos estaban sucias para recibir al Señor, y comulgaba en la boca, siempre. Ahora entro con guantes al templo, no toco nada, quito los guantes para comulgar, me limpio las manos con mi gel de bolsillo, y comulgo en la mano… tranquila. Levanto minimamente la mascarilla y comulgo delante del sacerdote, y vuelvo a colocar correctamente la mascarilla… y procuro hacerlo con recogimiento y respeto, y pienso ¡no es fácil cuidar los detalles!
Amamos la Misa, centro y raiz de la vida interior, y la cuidamos lo mejor que podemos, ¿no?
Llevo años leyendo el Evangelio y sin embargo no hace mucho descubrí los comentarios al Evangelio. Me parecen que están geniales, es necesaria una pequeña reflexión que nos ayude a hacer un alto en el camino. Mas aún cuando tantos de nosotros sentiamos la necesidad de encontrarnos con Jesús Eucaristia. Doy gracias a Dios porque a pesar de todo este caos, los sacerdotes hayáis estado hay al pié del cañón, ingeniando ideas e instrumentos para que no desfalleciesemos en momentos tan difíciles para todos, incluso se puede decir que teniendo menos relajación que antes. Gracias!!
Tenemos que aceptar las cosas que estamos viviendo y amoldarnos a las normas que nos siguen dando y ofrecer al Señor esa falta de livertad Mientras estemos en la fase O no podemos movernos sino a un kilómetro de tu viviends y a horas estrictas. Ya esta semana no podré ir a mi Iglesia como le estaba deseando.Esperare, Señor
Tu estas conmigo, que más puedo pedir
Me parece estupendo que cuidemos todos “la higiene” en la Iglesia; pero echo de menos que poco se insista en la debida “higiene del alma” para recibir al Señor, y en la “distancia social del pecado, del mundo y de la carne”, o es que ya no está de moda predicar de los “novisimos”? Gracias. Paz y Bien.
Mi deseo insistente ( obstaculizado por las dificultades en que estamos viviendo) es la necesidad de al fin poder recibir los Santos Sacramentos. Confesión y ¡¡¡ por fin!!! El alimento milagroso del Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Sabes que lo deseo ansiosamente Señor. Te Amo.
Mi deseo insistente ( obstaculizado por las dificultades en que estamos viviendo) es la necesidad de al fin poder recibir los Santos Sacramentos. Confesión y ¡¡¡ por fin!!! El alimento milagroso del Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Sabes que lo deseo ansiosamente Señor. Te Amo.
Multas por salir de las normas
Solo pido al Señor, q venga ese ESPÍRITU, de Sanación, Liberación y RENOVACIÓN, en toda la Iglesia y el mundo. Amen, Amen y Amen.
Buenas noches Señor
Buenas noches también Padre, que descanse después de estas jornadas de tanto. trabajo de desinfectar tantas veces la Iglesia, y más importante, a nuestras almas
Sea cual sea lo que enfrentamos, el Espíritu nos da fuerza para saber que el Señor está con nosotros. Eso trae Paz, nos ayuda a mirar el mundo de otra manera, nos calma, nos da fuerza para enfrentar la dificultad. Abrámonos al Espíritu. No pongamos trabas. Dejemos que entre en nosotros.