“Cuando Israel era joven, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Cuando lo llamaba, él se alejaba, sacrificaba a los Baales, ofrecía incienso a los ídolos. Yo enseñé a andar a Efraín, lo alzaba en brazos; y él no comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer”. Dios es Dios, y no hombre y, sin embargo, se acuerda perfectamente de lo pequeños que hemos sido y, ya, desde entonces nos amaba. Así, cuando Dios nos conoce desde nuestra debilidad, entonces, nos muestra aún más su infinita misericordia.
“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento”. Cuando no se tiene nada, nada nos distrae de nuestra verdadera misión y, entonces, descubrimos que damos lo que no es nuestro.
Cuando uno se da cuenta que Dios nos quiere, entonces expresamos que sólo por Él somos capaces de darlo todo … Y ese es nuestro mayor tesoro.
Delante de Dios la Virgen siempre es niña, sencilla, humilde, y que se fía completamente de todo lo que su Padre Dios quiera de ella … y puede decirle “¡Sí!”. Quitemos todo lo que estorba, y vayamos, sin nada, al encuentro del amor de Dios … Así sólo podremos ir a más.
Quisiera ir a Tu encuentro Señor, lo más ligero de culpas, solo buscando Tu Amor.
Gracias por su comentario, Padre
¿Cuáles son mis tesoros y mis ataduras? ¿En qué está mi cabeza y mi corazón al comenzar el día? ¿Dónde he puesto mi voluntad? Mi oración no puede ser un monólogo contigo, y yo no sé mantener la conversación, y me asusta que te aburras con mis tonterias. No sé orar, sólo quejarme y mirarme al ombligo.
¿Cómo anunciar la presencia del Reino? ¿Sólo por medio de palabras y discursos? ¡No! Las señales de la presencia del Reino son ante todo gestos concretos, realizados gratuitamente: “Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis, dadlo gratis”. Esto significa que los discípulos tienen que acoger dentro de la comunidad aquellos que de la comunidad fueron excluidos.
Al empezar el dia Señor, mi pensamiento es para Ti pidiénfote fuerzas para ponerme en marcha, El Santo Espíritu me da el empujoncito
Mis diálogos con el Señor, son constante. Seguro que le aburro…pero tiene tanta paciencia, que me escucha, siempre con su dulce sonrisa. Es como mi Amigo del alma, al que se le puede confiar( aunque Él ya las sabe) todas todas mis alegrías y penas. Seguramente, también, algunas tonterías. PERO SIGUE AGUANTANDOME SEÑOR, NO TE SEPARES DE MI
No hay de otra y concluyo»EL QUE ES DE DIOSSS VENCE AL MUNDO»
Paz y bien