(En tiempos de melones cortos los sermones, esta semana seré más breve)

Con Dios pero sin Dios. En ocasiones nos puede pasar que, por creer y hacer cosas buenas, tenemos el poder de Dios y nos apropiamos de ese poder. Voy a expulsar a mis demonios por mi poder: porque soy muy voluntarista, porque soy muy fuerte, porque yo puedo…y llegamos al gran fracaso y la gran desilusión. Esto pasa en muchas facetas de la vida, pero mucha gente lo descubre intentando vivir el solo la santa pureza.

¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?.

Les contestó:

Por vuestra poca fe.

Confía en Dios como si tu no pudieras nada -que no puedes-, y déjate cuidar por Dios y lo podrás todo. Dios te lo ha dado todo y lo incrementa con su Gracia, el Espíritu Santo está listo para actuar, déjale hacer. Que digamos como María ¿Hágase en mi según tu Palabra! y estará todo hecho