PRIMERA LECTURA
La palabra del Señor me ha servido de oprobio.
Lectura del libro de Jeremías 20,7-9
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; has sido más fuerte que yo y me has podido. He sido a diario el hazmerreír, todo el mundo se burlaba de mí.
Cuando hablo, tengo que gritar, proclamar violencia y destrucción.
La palabra del Señor me ha servido de oprobio y desprecio a diario.
Pensé en olvidarme del asunto y dije:
«No lo recordaré; no volveré a hablar en su nombre»; pero había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos.
Yo intentaba sofocarlo, y no podía.
Palabra de Dios.
Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo.
Mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.
SEGUNDA LECTURA
Presentad vuestros cuerpos como sacrificio vivo.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 1-2
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; este es vuestro culto espiritual.
Y no os amoldéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
Palabra de Dios.
Aleluya Cf. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R.
EVANGELIO
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 21-27
En aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte».
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«¡Quítate de mi vista, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a sus discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
Palabra del Señor.
Importante la palabra de hoy para mi vida!
El 1 comienza mi trabajo. A pesar de haber pasado el Covid19 y que Dios me ha cuidado tengo miedo: sufrí mucho fisicamente, contagié a mi marido (enfermo de cáncer) y me trataron como una apestada e irresponsable mis compañeros, los servicios sanitarios no nos cogían el teléfono………….tuve que ir conduciendo hasta el hospital y allí nos trataron como delicuentes porque nos presentamos sin avisar (repito que no nos cogían el teléfono después de 3 días con fiebre altísima), …..
«Entonces dijo a sus discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?»
Sé que Él me lleva de su mano, qué mi vida no tiene sentido si no echo p´alante con mis miedos, con mi cruz, y que lleve las letras y la esperanza donde no la hay, que quiera como soy querida. Amén!
Corrijan ustedes los acentos, gracias
anamdrl@gmail.com
Hermana Tabita, hermosas palabras. Al seguir tú al Camino, que es nuestro Señor Jesucristo, cargando con tu cruz vas a salvar tu alma, porque todas estas injusticias son ocasión de que nosotros tus hermanos veamos tu amor, que es la perfección y el verdadero cristianismo. El amor, o sea la caridad, el Papa Francisco lo llamó la tercera pata de la iglesia con la anunciación de la palabra y los sacramentos. Sin caridad no hay iglesia y tú nos lo estás demostrando con este testimonio de sufrimiento real tuyo y de tu marido. Gracias por compartirlo, porque al aguantarte tus sufrimientos estás amando a tus hermanos qué te lastiman así y por tanto estás emulando a nuestro Señor Jesucristo y ganando tu alma. El señor claramente nos dice que si buscamos justicia recibiremos justicia, pero ¿quién va aguantar ese día cuando a cada uno se le pague según su conducta? Mejor entonces es acogernos a la misericordia, dándola nosotros mismos. Gracias hermana y un gran cariño para ti y tu marido!
Si Dios pagarà a cada uno segùn su conducta,mucho me temo que mucha gente recibirà un castigo muy duro porque hay mucha gente muy egoìsta,muy indiferente y con el corazòn de piedra hacia el pròjimo,lo sè bien.
Que Dios se apiade de nuestras almas.