Celebramos hoy el cumpleaños de la virgen María. Como toda fiesta de cumpleaños, se trata de dar gracias a Dios por el regalo de una vida, una persona muy querida y muy amada. 

No sé si en la sección de las lecturas aparecen las del día ordinario (la lectura continua), o aparecen las opcionales de la Natividad de María. Por esta razón, hago un  comentario tangencial para incluir ambos casos. 

Somos hijos de tres mujeres: la más evidente es la madre de cada uno, en la que hemos estado nueve meses “de alquiler”. Quizá alguno, ansioso de conocer mundo, abandonó el seno materno a los siete meses; otros alargaron su estancia un poquito más. En todo caso, nuestro primer hogar ha sido una madre que nos ha recibido como un don en su seno materno, físicamente, biológicamente; pero también espiritualmente. 

Otra madre es la que está en el origen de la especia: como decimos en la Salve, somos hijos de Eva.

La tercera madre es María, la mujer cuyo nacimiento hoy celebra la Iglesia, cuya tarea en la historia de la humanidad ha sido incluso más importante que la de Eva. Con Eva empezó el género humano su andadura en esta creación. Pero tocado por el pecado original, el proyecto salvífico del Señor proyectó una nueva creación libre de pecado. 

La inmaculada Concepción de María nos lo anticipa ya. Es la vida de la gracia. el seno inmaculado de la Virgen concebirá a quien es Inmaculado por esencia, y quien llenará de gracia todo el universo. El hijo de María es, junto con ella, las dos personas más importantes que el Padre nos ha regalado. La genealogía de Cristo recogida por Mateo nos indica esa maternidad natural y sobrenatural. 

María es nuestra madre en el orden sobrenatural, el más importante y trascendente para nuestra existencia presente y futura. 

Es la Madre de la Iglesia, que se fundamenta  en la elección de los apóstoles como garantes de su unidad y fidelidad. 

¡Somos hijos De Dios! Y, por designio de Cristo, hijos de María. 

¡Gracias, Señor, por la vida de tu madre! ¡Gracias por habérnosla dado como madre también!

¡¡Cantemos el cumpleaños feliz a nuestra madre con un corazón emocionado y agradecido!!