PRIMERA LECTURA
Dios ama al que da con alegría.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 6-10
Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará.
Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama “al que da con alegría”.
Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas.
Como está escrito:
«Repartió abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».
El que proporciona “semilla al que siembra y pan para comer” proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.
Palabra de Dios.
Sal 111, 1b-2. 5-6 7-8. 9
R. Dichoso el que se apiada y presta.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra
la descendencia del justo será bendita. R.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo. R.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad. R.
Aleluya Jn 12, 24-26
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
El que me sigue no camina en tinieblas – dice el Señor -,
sino que tendrá la luz de la vida. R.
EVANGELIO
A quien me sirva, el Padre lo honrará.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sierva, el Padre lo honrará».
Palabra del Señor.
«A quien me sirva, el Padre lo premiará»
Hoy celebramos el día de San Lorenzo, diácono y mártir. En los mártires se encarna perfectamente el Evangelio de hoy: «Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna».
Es un Evangelio que puede provocar rechazo, pues nos dice que para dar fruto abundante tenemos que caer en tierra, morir y aborrecernos a nosotros mismos. Espero que todos lo entendamos bien. La fe cristiana no nos llama a la resignación, al apocamiento, al desprecio; es más bien todo lo contrario: entregar lo mejor, vivir la vida como servicio, entrega, desprendimiento.
Hoy rezamos como cada dia; el Santo Rosario, Pedimos a la Virgen Maria, Por la paz en el Mundo. Por las Mujeres maltratadas. Por la fe para que reine en el mundo.
Tu hermano en la fe: José Manuel.
Querido hermano:
Muchos solo piensan en sus derechos, en su ganancia, en su imagen, en sus beneficios. Una gran mayoría solo actúa por justicia retributiva: trabajo para recibir y no muevo un dedo si no se me compensa de alguna forma. Desde esta filosofía es muy difícil entender la vida de los mártires, mejor, es muy difícil entender y vivir el cristianismo. Me atrevo a decir que quienes dicen no entender el cristianismo, lo que algunos quieren decir es que: no soy lo suficientemente valiente para seguir a alguien que, para seguirle, me obliga a morir a mí mismo y a cargar con la cruz.
El Evangelio también nos dice: «El que quiera servirme, que me siga, y donde esté Yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará». No dudo que hay muchos bautizados y ordenados que siguen a Jesús sin ninguna rebaja, pero creo no equivocarme si digo que, como Iglesia y como cristianos, tenemos que revisar muchas motivaciones y actitudes que nada tienen que ver con los valores del Reino de Dios.
Hoy rezamos como cada dia; el Santo Rosario, Pedimos a la Virgen Maria, Por la paz en el Mundo. Por las Mujeres maltratadas. Por la fe para que reine en el mundo.
Tu hermano en la fe: José Manuel.
«El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sierva, el Padre lo honrará».
No es preciso estudio superior alguno para entender el mensaje del Maestro. Miremos lo que ha hecho Él y hagasmo más de lo mismo.
Sin levantar la voz, sin grandes discursos, seamos semilla del mismo Amor Humilde que Jesús ha sembrado.
Como María y José