No todo en la vida son cánticos y aleluyas. Existen momentos duros, que parecen de prueba, aunque creo que es más probar la fuerza de la Gracia de Dos en nosotros que nuestra propia fortaleza, que es bastante pequeña. Hay momentos de prueba por la salud, por la debilidad de los años, por el sufrimiento de personas queridas… Y otros momentos de prueba en los que sufres vejaciones, insultos, incomprensiones, prejuicios, desprecio de tus superiores, abusos de autoridad y aunque estés sano como una manzana se pasa muy mal. Cuando he sufrido de estas últimas me he acordado de esa frase del Señor: “El que toma el arado y mira para atrás, no vale para el reino de Dios.” Efectivamente, quien se pone detrás de los bueyes par arar tiene que mirar al horizonte, que es el cielo, y si te dicen que los surcos están saliendo torcidos o te critican tu trabajo, seguir adelante, si miras hacia atrás todo quedará mal.

«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.

Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.

Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.

Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.

Acordaos de la mujer de Lot.

El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda la recobrará.

No vuelvas atrás no sea que te conviertas en estatua de sal. Si has pedido perdón de tus pecados, si te has confesado de ellos y sigues trabajando por el Señor no añores lo que fue tu vida pasada, ni guardes rencor al que te ha hecho daño, ni quieras que se haga tu justicia. Sigue trabajando por el Evangelio y Dios pondrá a cada uno en su lugar. Busca la alegría en tu vida, aunque creas que lo has perdido todo, si mantienes la fe eres el más rico de los hombres y cuando vuelva el Hijo del Hombre, al menos, encontrará tu fe en esta tierra.

¿y esa enigmática frase final del Evangelio? «Donde está el cadáver, allí se reúnen los buitres» Pues la verdad no sé muy bien que significa, pero será algo así como “Dios los cría y ellos se juntan.” Y es verdad que los malos, traicioneros, difamadores, déspotas y chismosos se suelen juntar en el mismo grupo, juntan sus oscuridades para no ver la luz. Y a todos esos se los llevará el Señor y los pondrá en el lugar que les corresponde, por mi parte intentaré seguir caminando hacia el horizonte, hacia el cielo.

Nuestra Madre del cielo es consuelo de los afligidos, auxilio de los cristianos, ella nos ayuda a mirar siempre hacia adelante para no perder el paso de su Hijo que nos abre camino.