MARTES II SEMANA CUARESMA

san Mateo 23, 1-12

Vamos a ser un poco más “pequeños” … no nos preocupemos, la humillación cristiana no es una fabrica de “depres”, sino que abre las puertas a la misericordia, a la felicidad … a la verdadera alegría.

Hay historiadores que conocen profundamente la historia de Israel en la época de Jesucristo, teólogos que profundizan en la fe y en la persona del Verbo encarnado … pero ¿existen expertos en Jesús? El verdadero experto es el experimentado en algo, y la experiencia es el “hecho de haber sentido, conocido o presenciado alguien algo”. De esta manera, un médico puede ser experto en partos, haber asistido a cientos, pero nunca será experto en ser madre.

¿Expertos en Jesús? Experiencia de encontrarse con Cristo tenemos que tenerla nosotros, porque no seguimos a un cadáver, seguimos a Cristo vivo y que actúa en la historia, en nuestra vida. 

“Lavaos, purificaos, apartad de mí vista vuestras malas acciones: cesad de obrar mal, aprended a obrar bien, buscad la justicia, defended al oprimido, sed abogados del huérfano, defensores de la viuda. Entonces, venid y litigaremos (dice el Señor)”. Quien no se ha encontrado con Cristo se justifica, y puede convertirse en un arqueólogo de sus intereses … “lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar”. 

Si de verdad nos encontramos con Cristo nos encontraremos con “el que vive” y no querremos hacerle una mera “autopsia” … le reconoceremos como “maestro”, como “Señor” y nos toparemos con nuestro Padre del Cielo.

Madre nuestra, que nosotros no hagamos sólo lo que nos apetece, sino que recordemos lo que buscamos: Ser pequeños ante Dios … “el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Nos encontraremos con Cristo.