MIÉRCOLES 25 DE MAYO DE 2022: EL ESPÍRITU SANTO NOS DA FASTIDIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará» (Jn. 16, 12-15).

EL ESPÍRITU SANTO NOS DA FASTIDIO

Jesús nos promete que “cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena”. Entonces, si él nos guiará hasta la verdad plena, ¿porque nos cuesta tanto dejarnos guiar por ella? Porque, admitámoslo, nos da fastidio, cuestiona todas nuestras “verdades”, todas nuestras “ideologías”, y todas nuestras “seguridades”.

El Papa Francisco nos alerta a no encerrarnos en nuestras ideas fijas y nuestras seguridades. Cuando esto ocurre, nos dice, admitámoslo, “el Espíritu Santo nos da fastidio (…) Queremos domesticar al Espíritu Santo. Y esto no funciona. Porque Él es Dios y Él es ese viento que va y viene, y tú no sabes de dónde. Es la fuerza de Dios; es quien nos da la consolación y la fuerza para seguir adelante”.

En la hermosa secuencia al Espíritu que rezaremos en Pentecostés del Evangelio lo llamamos “Dulce huésped del Alma”, “brisa en las horas de fuego”, “gozo que enjuga las lágrimas”.

Tal vez ansiamos buscando sucedáneos de felicidad y no nos damos cuenta de que, en el fondo de nuestro corazón, ésta la felicidad plena, esa paz infinita, que es el Espíritu Santo. Habitamos con una fuerza infinita, imparable, invencible, con la cual nada ni nadie podrá frenarnos.

Sólo nos pone dos condiciones: que lo que perseguimos sea lo que Él mismo persiga, el proyecto de Dios; y que se lo pidamos, que confiemos en él, para que en nuestra debilidad se manifieste la fuerza del Espíritu de Dios.