No por teléfono, no a través de mensajeros, no por medio de testaferros o sociedades interpuestas: Dios en persona viene y os salvará. Dios en Persona, ese es Jesús cuya venida esperamos. Aquel al que el profeta Isaías anunció, cientos de años antes; Aquel por el que suspiramos los que vivimos en este siglo XXI. Ese es Jesús. Dios en Persona. Y el viene y nos salvará.

El evangelio nos habla de un hombre que fue llevado ante la Presencia de Jesús, Dios en Persona y fue salvado, de la parálisis que le tenía postrado en una camilla y del pecado que le tenía postrado en tierra. Una salvación completa. Es curioso cómo los fariseos, que observan todo, no aceptan a Dios en Persona. ¿Quién puede perdonar pecados sino Dios? pues Dios mismo en persona, y ese es Jesús.

Podemos hablar maravillas, tener conocimientos elevadísimos, ser maestros de las ciencias más elevadas, producir los pensamientos más sublimes, pero si no conocemos y reconocemos a Jesús… no conoceremos a Dios en persona, no conoceremos a nuestro salvador, al que nos puede levantar de la postración.

¿Dónde está hoy Dios en Persona?… lo que voy a escribir es tan audaz como decir que un hombre puede perdonar pecados. Dios en persona está hoy en la Iglesia. ¿Eso es la conferencia episcopal, el Vaticano? No solo. Tú y yo, con todos los que han creído en Jesús.