Libro de los Reyes 2, 1-4. 10-12; l Cro 29, 10. 1lab. 11d-12a. 12bcd ; San Marcos 6, 7-13

“¡Ánimo, sé un hombre!”. En el libro de los Reyes cuando David anima a su hijo a que sea un hombre, se ve que lo que quiere decir va más allá de un mero comportamiento humano. Se trata de una verdadera llamada de atención de lo que comporta una sincera relación del hombre con Dios.

Así pues, recordemos, una vez más, lo que el rey David recomienda a su hijo para discernir su propia vocación: “Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas”. ¿Puede existir algo más natural y auténtico que esto?