EL LEPROSO Y LA “RATITA”

1Sam 4, 1-11; Sal 43; Mc 1, 40-45 «No se lo digas a nadie», le dijo Jesús a aquel leproso que había recuperado la salud al ser acariciado por sus dedos. Es un mandato misterioso, y en apariencia contradictorio: el opuesto a aquel «Id por todo el mundo y anunciad el...