Ayer fui por el centro de Madrid y vi los efectos de la huelga de limpieza. La basura se acumulaba y, aunque los dueños de los comercios intentan acumularla en un mismo sitio, algunas personas desparramaban la basura para fastidiar. No sé muy bien que pide los trabajadores de la limpieza, pero las huelgas suelen tener que ver con el dinero, el que les contrata no les paga lo que ellos creen que deben cobrar y entonces se va a la huelga. No vale que el jefe de la empresa les diga ¡Qué Dios te lo pague!
¡Qué Dios te lo pague! Muchas veces (menos de lo que quisiera), oímos esa frase. Tanto que en ocasiones hemos tomado a Dios como el pagador, contratador o el señor de la ventanilla. Yo hago y Él paga. Es cierto que Dios es buen pagador, pero no como nosotros pensamos o creemos que queremos.
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer. »
Una de las grandezas y misterios de nuestra fe es la gratuidad de Dios. Dios no nos ha llamado a la vida ni nos cuida cada día de nuestra vida porque hagamos cosas por él. El amor de Dios nace de la gratuidad, nos quiere porque quiere. Cuando nosotros vivimos la gratuidad nos vamos pareciendo más a Dios y por lo tanto somos más humanos. “Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos.”Si cada noche, cuando llegas a la cama y te dispones a dormir, haces un breve examen de conciencia y piensas; “He hecho lo que tenía que hacer” no creas que Dios no te dará nada, te harás más de Dios y descubrirás la maravilla de vivir cerca de Dios y la grandeza de tu vida. Tal vez no tengas más cosas, ni te vaya mejor, ni tengas más suerte…, pero vivirás mejor. Muchas veces tendrás que recoger la basura de otros y nadie te lo agradecerá, sólo sentirás la sonrisa de Dios.
Pídele hoy a la Virgen crecer en gratuidad, conocerás más a Dios y te conocerás más a ti.