¿Qué significa para el corazón de cada esposo eso que Jesús dice para definir su vida como casado, para definir su matrimonio, cuando dice que serán esposo y mujer una sola carne? Significa que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo os mira a vosotros, esposos, y os dice:
- Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su misericordia.
- Dichosos vosotros, porque sabéis que Dios os ama infinitamente. Vuestros padres os transmitieron la fe, os acercaron a Dios a través de los signos de su amor, que son sus sacramentos, y vosotros respondisteis a su llamada libremente con el si de vuestro amor hacia él.
- El siempre puso sus ojos sobre vosotros, ojos de ternura y de alegría inmensa, porque sabe que vosotros esperáis en su misericordia.
- No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien o he elegido.
- Tampoco sois vosotros los que os habéis elegido el uno al otro. No hay casualidades sino providencias, y Dios tuvo la providencia de poneros juntos en la vida.
- Y os dio el mejor regalo que os podía haber dado: el uno al otro. Os eligió el uno para el otro. Del mismo modo que para muchos de nosotros, uno de los mejores regalos que Dios nos ha dado sois vosotros.
- Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
- Benedicto XVI decía en la Jornada Mundial de las Familias en Valencia que no sólo sois cada uno de vosotros, imagen y semejanza de Dios, sino que vuestra unión es también imagen y semejanza suya, porque Dios es familia, amor infinito entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
- Un sola carne, es decir, un mismo futuro juntos, una misma vida imposible de romper: nada ni nadie os quitará, si lo elegís como el tesoro más preciado de vuestra vida, la unidad entre vosotros, porque Dios mismo es y esta en ella.
- El amor disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
- Temed a Dios, es decir, temed elegiros a vosotros mismos antes que esta unidad. Defendedla del hombre viejo que asoma en cada uno de nosotros, con uñas y dientes. Porque si le elegís a él antes que a vuestra unidad, Dios escapa, y esta se desvanece.
- Sin límites. Este es el “sin límite” de vuestro consentimiento matrimonial: “en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida”. Contracorriente, lo sabéis, porque la cultura dominante es pagana, y no entiende nada de este amor mutuo, sino sólo de aprovecharse mutuamente, de tenerse miedo mutuamente, no hasta que “la química” dure, como dicen, sino hasta que el roce aguante.
- El amor no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
- Porque vuestro amor será difusivo (no encerrado ni aislado), si es verdadero amor de Dios. Y en vuestra vida juntos, vida de familia, con vuestros amigos, y con vuestro trabajo…
- Y enseñaréis a vuestros futuros hijos, que son siempre el mejor beneficio social que un matrimonio puede dar al mundo, a amar la justicia y la verdad, porque les enseñaréis a amar a Dios. A ser, como vosotros, centinelas de la civilización del amor.
- Este es mi Mandamiento: Que os améis unos a otros como yo os he amado.
- Amaros: es decir, amar en todo momento el tesoro de vuestro amor: estando juntos y estando en el trabajo. Amad la alegría de saber que vuestro amor es amado por Dios.
- Como “yo os he amado” y Jesús nos amó hasta dar la vida por nosotros. Si estáis dispuestos a dar la vida el uno por el otro, estaréis dispuestos a dar, es decir, a “perder” cualquier cosa.
- Él es nuestro auxilio y escudo; con Él se alegra nuestro corazón, en tu santo nombre confiamos.
- Solo Él es vuestro auxilio para siempre, sólo él es vuestro escudo ante los enemigos internos y externos que os acechen, sólo Él será vuestra fuente de alegría permanente. Sólo hay un secreto para que este instante de felicidad dure siempre: confiad siempre en Él, porque Él confía siempre en vosotros.
Muchas gracias por esta reflexión, desborda cariño en cada palabra. Buen día a todos.