Llevamos unas semanas en que siempre ha habido algún festivo laboral, festivo litúrgico o festivo personal. Hay momentos en que miro la agenda y veo lo que tengo que hacer a continuación, pero no tengo muy claro si es miércoles, viernes, sábado por la tarde o lunes de madrugada. Menos mal que los domingos suelen quedarse fijos, pero cuando el lunes es como otro domingo…, empezamos a liar la cosa. La verdad es que vivimos bastante apegados al calendario, cuando lo que tenemos es el momento presente y hacer lo que Dios quiere que hagamos en ese momento, que sea martes o jueves no es muy relevante.
En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Hoy (que para vosotros es ayer), sábado, 13 de noviembre a las 11:06 luce un sol espléndido y no parece que vaya a llegar el apocalipsis. Pero si cuando esté leyendo este comentario empieza a moverse la tierra y el sol oscurece tal vez sí. Ni lo sé y casi os podría decir que ni me importa.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre
Si no lo saben ni los ángeles, ni el Hijo, solamente el Padre ¿Por qué voy a preocuparme? A veces vivimos muy pre-ocupados en lo que pueda pasar y muy poco ocupados en lo que tenemos que hacer. Llegará el día en que muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán: unos para vida eterna, otros para vergüenza e ignominia perpetua, hasta que llegue ese día voy a intentar hacer lo que Dios quiere que haga para despertar para la vida eterna.
Realmente el tiempo es apremiante, es poco una vida para dejarme perfeccionar por Dios, no hay tiempo que perder. Y en se tiempo acercar a muchos a Dios, a muchos que viven apoyados en el vacío, al albur de las modas y los tiempos y no encuentran las Palabras de Cristo que nunca pasarán.
Los pobres estarán siempre con vosotros. A ver si hablamos un poco menos de los pobres y hablamos algo más con ellos. Les hablamos de Jesucristo, del cielo, de la Gracia, de María nuestra madre pobre y humilde…, ¡esa es nuestra gran riqueza! y de paso les ayudamos con lo material.
¿El día y la hora? Dios sabrá.
Sinceramente,yo me acuesto a dormir y la PALABRA de DIOS se mantiene latiendo en mi ,pues si me ha llegado la hora del sueño eterno que más da que todo lo demás haya pasado ,,ni me enteré.Y como siempre aunque yo no rece el rosario pero sí le pido a la Gran MADRE DE DIOS Ó SEA ,JESÚS DE NAZARET ,le pido perdón ,por ser un pecador que por mi pecado llevó a su hijo a entregarse voluntariamente a ser vejado, ultrajado ,abofeteado y ser clavado en una cruz por mis faltas e inicuidades.La Virgen María es la Gran Doncella.,que sufrió lo que nadie absolutamente nadie ha sufrido ni sufrirá..Ni hay mujer que haya tenido que hacer una decisión de tener un tierno recién nacido en sus brazos y pensar si le daba el pecho o lo adoraba pues ella sabía que ese niño era DIOS y hombre a la vez.Muchos pero muchos pueblos veneran a su VIRGEN, pero no cumplen con su mensaje HAGAN LO QUE EL LES DIGA. Y todo lo resumió JESÚS en dos mandamientos ,,AMEN
Gracias por sus comentarios de esta semana!! Como siempre me llenan del amor de Dios !!
Querido hermano:
«Nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado… El problema no es cuándo sucederán las señales de los últimos tiempos, sino el estar preparados para ese encuentro. No se trata ni siquiera de saber cómo sucederán esas cosas, sino cómo debemos comportarnos hoy, mientras las esperamos. Estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios».
La parábola de la higuera dice que la perspectiva del final no nos tiene que despistar de la vida presente, sino ayudar a mirar nuestros días con una óptica de esperanza.
«Es esa virtud tan difícil de vivir: la esperanza, la más pequeña de las virtudes teologales pero la más fuerte. Y nuestra esperanza tiene un rostro: el rostro del Señor resucitado, que viene “con gran poder y gloria”, que manifiesta su amor crucificado, transfigurado en la resurrección». Esta imagen nos recuerda que el amor y la vida son más fuertes que el egoísmo y la muerte.
Da lo mejor de ti mismo. Confía en Dios. Reza cada dia el Santo Rosario con la Virgen Maria, y con Jesucristo. Pide por la Paz en el Mundo. Por las Personas poco Juiciosas. Por las madress que son tentadas al aborto.
Buena semana querido padre
Muchas gracias, don Ignacio. Muchas gracias a los otros diez comentaristas, por su testimonio. Muchas gracias a todos los que completáis estos comentarios.
Muchas gracias por esta semana tan enriquecedora con sus comentarios Padre Ignacio,
Dios lo bendiga siempre