Hoy se terminan mis diez días de vacaciones de este año que, misteriosamente, se han convertido en 4 días y tres cuartos. En ocasiones ocurre, en demasiadas ocasiones, que la vida no sale como uno había pensado. Eso son las contradicciones, las luchas y el Señor ya nos avisa: “En el mundo tendréis luchas, pero no os preocupéis que yo he vencido al maligno”.

Se le acercó un escriba y le dijo:

«Maestro, te seguiré adonde vayas».

Jesús le respondió:

«Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

No parece la mejor escuela de marketing. Podía el Señor haberle prometido unas vacaciones en un resort, con spa incluido, y luego decir que le habían engañado en la agencia de viajes.

Parece que en ocasiones por ser más hacemos cualquier cosa. Vamos reblandeciendo las exigencias del Evangelio para anunciar que todo es “chupiguay”, que somos fenomenales y nos lo pasamos genial. Todo son consuelo, alabanzas, cánticos, sonrisas, tiktokers y nos gozamos en Dios. ¿Pero se han olvidado de Dios? ¿Cómo vivó nuestra vida?

Pero el seguir a Cristo es duro. No son todo chupitos y bailes. Es duro por nuestros pecados, de los que tenemos que convertirnos. Es duro por el ambiente del mundo, que va en contra de Dios y de sus hijos. Es duro por la inmensidad de Dios y por nuestra pequeñez, que si no fuese por su gracias no podríamos decir no “Jesús es el Señor”.

No podemos presentar un cristianismo de plastilina, de gominola, dulce y blandito. Por supuesto que nos gozaremos en Dios, pero muchas veces probaremos la hiel como Cristo en la cruz. Tendremos incomprensiones, fracasos, pobreza, tropiezos…, pero todo eso lo venzo fácilmente en Aquel que me conforta.

No hagamos cristianos que se escandalicen de la cruz, seamos cristianos que abrazamos la cruz de Cristo, aunque nos pinchen las espinas de su corona.

“Deja que los muertos entierren a sus muertos” Nosotros abrazamos la vida, aunque haya que pasar por la puerta estrecha.

A María una espada le traspasó el alma, si quieres estar a su lado ten seguro que te dolerá… ¿pero dónde vas a estar mejor?